miércoles, octubre 23, 2024

«Uno hablaba con él y sentía paz», el adiós al padre ermitaño Ignacy Jarosz, en montañas de Dagua, Valle

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El padre polaco Ignacy Jarosz, vivió casi 50 años en montañas del Valle del Cauca, y decía que Dios hizo que empezara su vida de anacoreta en esta zona de Colombia.

Noticias Valle.

El sacerdote polaco Ignacy Jarosz, quien vivió como anacoreta en las montañas de La Vereda El Jordán, corregimiento de San Bernardo, en el Valle del Cauca, durante casi 50 años, falleció el pasado jueves.

Su vocación como padre redentorista del Divino Amor, la llevó hasta el final de sus días.

“La pascua definitiva de este venerable hermano sacerdote anacoreta, que animó y acompañó en la fe y en la espiritualidad a tantas personas, desde su espacio ermitaño, nos mueve hoy a dar gracias al Pastor Eterno por su testimonio y ministerio”, fue el mensaje desde el Arzobispado de Cali.

Su cuerpo fue trasladado hasta Cali y permaneció en una funeraria en la Pasoancho.

El sábado tras un misa por su descanso en la parroquia San Fernando Rey, se le dio sepultura en el camposanto Jardines del Recuerdo.

Nació en la frontera de Polonia y Eslovaquia, entre los reportes está que su familia sobrevivió al Holocausto Nazi.

Fue ordenado sacerdote en 1959, a los 25 años de edad.

Antes de Colombia, prestó sus servicios sacerdotales y misionales en Europa, Brasil, Argentina hasta que conoció las montañas del Valle, Dagua en especial, la zona de donde nunca quiso salir.

Allí, cumplía con misiones sacerdotales y espirituales reporta la iglesia católica.

El reporte es que murió por causas naturales.

«Uno hablaba con él y sentía paz», «era un hombre sereno» señalan quienes pudieron tratarlo en vida.

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