Debido a los problemas de violencia y desastres naturales en otras zonas del país, muchas familias llegaron a esta zona como desplazadas.
Noticias Cali.
El Distrito de Aguablanca en Cali, ubicado en el oriente de la ciudad, es una de las zonas más pobladas, albergando aproximadamente el 30 % de la población de la capital del Valle del Cauca. Este lugar, compuesto por diversas comunas y barrios populares, tiene una historia rica y un proceso de urbanización que comenzó en la década de los 70.
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Se originó hacia la década de los 70. En sus inicios, era una zona agrícola que con el tiempo, comenzó a poblarse. Según algunas versiones, una quebrada llamada Yurac Yacú, que significa «blanca agua», cruzaba por esta área y dio nombre a la zona.
Llegaron familias desplazadas de diferentes partes del país
La población se incrementó rápidamente con la llegada de personas desplazadas de otras regiones del Valle del Cauca y del resto del país, incluyendo Huila, Tolima, Cauca y la zona del Pacífico colombiano. Estas personas se vieron obligadas a desplazarse debido a la violencia, el desplazamiento forzado en las zonas rurales y desastres naturales.
Entre los años 1974 y 1979 surgieron los primeros barrios de la zona, tales como El Diamante, Poblado I, El Vergel Alto, El Vergel Bajo, El Retiro y Charco Azul. Años más adelante, entre 1983 y 1988, aparecieron otros barrios como El Poblado II, Marroquín I, Alfonso Bonilla Aragón, Manuela Beltrán, Ciudad Córdoba y Calipso, entre otros.
Familias se asentaron en esta zona
Las familias que llegaron separaron sus terrenos, construyeron sus vidas y sembraron sus raíces en esta zona de la ciudad. Inicialmente, las casas eran construidas con esterilla, plástico y cartón, reflejando los bajos recursos de sus habitantes. Con el tiempo, estas viviendas fueron reemplazadas por construcciones de ladrillo.
Los medios de transporte que predominaban en la zona incluían carretillas, utilizadas principalmente para trabajar, además de bicicletas, gualas y buses.
Hoy en día, a pesar de los conflictos como las pandillas y problemas de violencia, el Distrito de Aguablanca es una zona llena de perseverancia, arte y talento. Los habitantes de Aguablanca han desarrollado una comunidad vibrante y resiliente, demostrando que, a pesar de las adversidades, es posible construir un futuro lleno de esperanza y oportunidades.
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