viernes, octubre 11, 2024

Manuel Saturio Valencia: la trágica historia de un líder caído entre amor, racismo y política

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fue el último ejecutado por el Estado colombiano.

Noticias Colombia.

El 7 de mayo de 1907, en el tranquilo Quibdó, la vida de Manuel Saturio Valencia llegaba a un abrupto y dramático final frente a un pelotón de fusilamiento. Valencia, abogado y líder afrodescendiente, fue el último hombre en ser ejecutado en Colombia bajo la pena de muerte, pero su historia no es solo la de un «incendiario» condenado, sino un relato profundamente enredado en las tensiones raciales, políticas y sociales de la época.

Valencia no era un criminal común. Nació en una familia humilde, pero su vida cambió cuando fue acogido por los capuchinos que lo educaron, enseñándole a leer, escribir y destacarse como músico. Su brillantez le permitió estudiar derecho en la Universidad del Cauca, una hazaña inusual para un hombre afro en su tiempo. En un Quibdó donde no había más de 30 profesionales, Valencia sobresalía. Pero no solo era un hombre instruido, también era un político activo, primero como conservador, participando en la guerra de los Mil Días en el bando conservador.

Sin embargo, la fortuna de Valencia cambió en una dirección inesperada. En un episodio de borrachera, fue acusado de provocar un incendio, una acción que sus enemigos políticos aprovecharon para librarse de él. Pero detrás de este aparente acto criminal se escondían otros motivos. Valencia había comenzado a expresar ideas socialistas, algo intolerable para el gobierno autoritario de Rafael Reyes. En un tiempo donde los tecnicismos legales se utilizaban para eliminar a rivales políticos, el hecho de ser un «negro con ideas socialistas y anarquistas» fue suficiente para sellar su destino.

La figura de Manuel Saturio se encuentra en el cruce de varios conflictos. Su raza jugaba un papel clave: a menudo se referían a él de manera despectiva, describiéndolo no solo como un incendiario, sino como un hombre cuyo color de piel y posición política eran una amenaza para el status quo. Además, rumores indicaban que su trágico desenlace pudo haber estado influido por su amor prohibido hacia una mujer blanca de la élite quibdoseña, un romance que podría haber contribuido a su caída.

Tras su ejecución, la leyenda de Manuel Saturio Valencia no hizo más que crecer. En el Chocó, donde el territorio perdió su estatus de departamento poco después, su figura se convirtió en símbolo de resistencia. Fue martirizado, aclamado como un héroe popular y un defensor de la causa racial y regional. Su historia, sin embargo, ha sido simplificada a lo largo del tiempo, dejando de lado la complejidad de su vida como líder político, intelectual y activista.

Tres años después de su muerte, en 1910, la pena de muerte fue abolida en Colombia, haciendo de Manuel Saturio Valencia el último hombre en ser ejecutado por el Estado. Pero más allá de ser una víctima de la justicia de su tiempo, Valencia fue un hombre cuyo legado aún resuena en la lucha por la justicia social y racial en Colombia.

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