Debido a la pandemia, los establecimientos comerciales como restaurantes y bares han recibido indicaciones a lo largo del último año y medio con respecto al porcentaje permitido en su aforo para evitar los contagios de COVID-19, especialmente durante las épocas en las que el departamento ha estado en alerta roja hospitalaria, sin embargo, el nivel de alerta disminuyó a naranja la semana pasada y los especialistas en epidemiología de la Secretaría de Salud de Risaralda ya están evaluando la ampliación de los aforos.
Diego Rincón, epidemiólogo de ese despacho, indicó que también se está revisando la apertura de otras actividades, no obstante, aseguró que todavía es necesario evaluar el comportamiento de la pandemia durante unos días más para establecer si es conveniente o no flexibilizar las medidas.
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«Todo ellos depende de lo que pase en el transcurso de la semana y del consolidado del mes de julio, porque tomar decisiones después del fin de semana no es inteligente, ya que estos días, por lo general, se reduce la demanda de servicios de laboratorio y la atención de salud, por lo que los viernes, sábado y domingo se registran descensos», explicó Rincón.
Actualmente la ocupación en las UCI de Risaralda es del 66 % y los casos positivos activos son cerca de 5.200. Además, solo dos municipios, Quinchía y Belén de Umbría, registran afectación alta por el covid-19.