El Ejército colombiano abrirá una investigación disciplinaria contra 10 militares que llegaron armados y disfrazados de disidentes de la antigua guerrilla de las FARC hasta el municipio de Tierralta, en el departamento de Córdoba y amedrentaron a la población de la zona.
Frente a este hecho ocurrido el pasado domingo 10 de septiembre, el general Luis Mauricio Ospina, comandante del Ejército, señaló: “He tomado la decisión de retirarles la confianza y responsabilidad de portar las armas de la República y a los mandos separarlos del alto ejercicio de la dignidad del comando y control de la unidad militar”.
Asimismo, desde el Ejército se manifestó que, “se dio aviso a las autoridades competentes y se iniciará la indagación disciplinaria correspondiente”.
En algunos videos que fueron grabados en la vereda y que circularon por redes sociales se puede observar a los hombres usando prendas oscuras, pasamontañas y portando armas de corto y largo alcance, mientras amenazaban a la población y donde incluso se tenía la presencia de menores de edad y mujeres embarazadas.
Al respecto, el senador de la República Ariel Ávila, en su visita al municipio de Armenia (Quindío), expresó que Tierralta, y toda la región del sur de Córdoba que -el municipio mencionado, Montelíbano en el Puerto Libertador- y donde vivía Carlos Castaño y el Mono Mancuso “no había FARC desde el año 2002, 2003, era una zona paramilitar y después de la dejación de armas de los paramilitares, es un sector del Clan del Golfo”.
Por lo tanto, cuando estos videos empezaron a circular, según lo expresó Ávila, llamaron la atención dos cosas, primero “se identificaron como disidencias de las FARC en una zona donde no hay disidencias”; segundo y sobre todo “las armas que utilizan son de uso privativo de las Fuerzas Militares, generalmente los bandidos usan AK-47”, así que comienza desmoronándose la versión y termina siendo que son “militares disfrazados de bandidos para amedrentar a la gente”.
Así que a partir de esto, surgen dos respuestas, una “es una zona de despojo de tierra donde no se quiere dejar hacer la restitución, y según el presidente en las últimas horas, le da mucha fuerza a esa tesis”, y dos “crear un ambiente de inseguridad (…). He visitado la zona, es del Clan del Golfo, es una zona roja, así que es bastante improbable”, concluyó Ariel Ávila.
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