miércoles, septiembre 25, 2024

Rodrigo Ospina anotó el primer gol en el Atanasio

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Ospina saca pecho de tener en sus manos el trofeo que le daban a quien lograba tres títulos, honor que él tuvo en el 54, el 56 y el 60. /FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ

Corría el minuto 7 del amistoso entre la Selección Antioquia y el América de Cali, en el partido inaugural del estadio Atanasio Girardot, cuando Rodrigo Ospina pateó un tiro libre en la portería Norte, que logró traducir gol, el primero que se anotó en este escenario.

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El hecho se presentó el 19 de marzo del 1953, cuatro años después de haber iniciado las obras. En la primera jornada que se vivió en este escenario, a la que acudieron cerca de 32.000 espectadores, también se enfrentaron Atlético Nacional y Alianza Lima, al igual que Deportivo Cali y Fluminense.

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“Ese gol me inmortalizó a mí, por ser el primero. Derrotamos 3-2 al América, que recuerdo trajo a lo mejor de su nómina, con Abadía, Cueva y otros. La gente llegó muy temprano, desde las 6:00 a.m. ya estaban en el lugar y a nosotros nos dirigía el alemán Federico Khan”.

Recordó.

A sus 91 años, 70 de casado, se ve muy lúcido y tiene clara cuál era la nómina de jugadores de los principales torneos que afrontó.

Rodrigo Ospina tiene enmarcadas algunas fotos con la Selección Antioquia. Por marcar el primer gol en el Atanasio le dieron un traje de Everfit y una pijama. /FOTO: ESNEYDER GUTIERREZ

Ospina tuvo un destacado desempeño en el fútbol aficionado en esa época, pero aún así no se dejó seducir por el balompié profesional.

“Yo no era un jugador del montón, estuve en más de once procesos con la Selección Antioquia. Aún tengo entre los recuerdos un contrato que me mandó Unión Magdalena, que yo nunca quise firmar. Yo estaba vinculado a Coltejer y no podía arriesgar la carrera que tenía en mi empresa”.

relató.

Aseguró que en ese tiempo a los equipos profesionales llegaban “muchos vagos” y él no quería cargar con esa imagen, lo que se convirtió en un motivo más para rechazar algunas ofertas.

“Alcancé a jugar dos partidos con Medellín. Uno contra Deportivo Pereira y otro frente a Cúcuta Deportivo, ambos de visitante. Yo jugaba de interior derecho”.

Comentó.

En ese tiempo las empresas de la región le apostaban a armar equipos competitivos para participar en los torneos de la liga. Para conseguir su objetivo, contrataban en diferentes oficios, a quienes le veían buenas condiciones para jugar al fútbol.

Don Darío se siente orgulloso de tener una placa con su nombre en el Atanasio, pero confiesa que no volvió a visitar desde que aparecieron las barras y “se apoderaron de espacios que antes era de todos”.

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