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Desde hace 12 años en Colombia y gracias a la Ley 1448 de 2011, se conmemora el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, con la intención de permitir el reconocimiento de las experiencias de la población civil y de los integrantes de las Fuerzas Militares y de Policía y sus familias que han resultado víctimas de las acciones de los grupos armados ilegales en el marco de la confrontación armada.
La ceremonia, presidida por el mayor general de la Fuerza Aérea Eliot Gerardo Benavides González, Comandante del Comando Conjunto Estratégico de Transición, se desarrolló en vía pública del Museo Histórico del Oriente en Yopal – Casanare, en donde asistieron las víctimas militares del Ejército Nacional, la Armada de Colombia, la Fuerza Aérea Colombiana y la Policía Nacional, así como familiares de militares que en algún momento de la historia fueron desaparecidos o asesinados a causa de acciones terroristas de los grupos armados al margen de la ley.
Son hoy en total 433.203 víctimas integrantes de las Fuerzas Militares y de Policía que en cumplimiento del deber sufrieron afectaciones y dejaron parte de su cuerpo en el campo de batalla, hombres y mujeres que gracias al Registro Único de Víctimas fueron reconocidas como tal.
Los hechos por los que se consideran como víctimas de acuerdo a la ley son despojo de tierras, desplazamiento forzado, atentados a su integridad física con medios no convencionales, amenazas, confinamiento, desaparición forzada, homicidio, secuestro, tortura, entre otros, por esto algunos sobrevivieron y hoy pueden estar presentes para recibir el reconocimiento, pero otros ya no viven o están desparecidos, y son sus familias las que reciben el reconocimiento en su nombre.
Con una ofrenda floral se hizo memoria de las víctimas que ya no viven y que descansan y con la medalla Fe en la Causa del Comando General de las Fuerzas Militares se hizo el reconocimiento de los oficiales, suboficiales y soldados que sobrevivieron a ataques, amenazas, torturas o secuestro por parte de los grupos armados al margen de la ley. Por su parte, quienes murieron a causa de alguno de estos hechos, fueron sus familias las que recibieron la medalla.
Es así como éstas personas son el fiel reflejo de la valentía, pues son integrantes de las Fuerzas Militares y sus familias las que han atravesado profundos procesos de resiliencia y se sobreponen cada día a dificultades que dejaron huellas marcadas en sus cuerpos, mentes y corazones, y es esa valentía la que los ha caracterizado sabiendo hacer de sus dificultades una fortaleza, siendo hoy ejemplo para la Institución y la sociedad.