viernes, noviembre 1, 2024

Hay 54 asentamientos en zonas de alto riesgo en Armenia

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Ante el incremento de lluvias en Armenia, las autoridades municipales han activado protocolos de monitoreo y respuesta para prevenir emergencias que puedan poner en peligro la vida de las personas, especialmente en zonas de alto riesgo donde se concentran numerosos asentamientos. Según la Oficina Municipal para la Gestión del Riesgo de Desastres, hasta el momento se han identificado 54 sectores en situación de vulnerabilidad, la mayoría ubicados en laderas o áreas propensas a deslizamientos, donde las fuertes precipitaciones agravan el riesgo.

Antonio Nariño, Alberto Zuleta, 19 de Enero, Montevideo Central, Montevideo Bajo, Santander Bajo, Pradito Bajo, Santa Elena, La Playita (río Quindío), Milagro de Dios, Las Palmas, La María, La Gallera (frente a Arrayanes), Florida Norte, La Curva del Diablo, La Curva de La Unión, Gaitán Bajo, Gaitán Alto, Guayaquil, Ciudad Dorada, Caserío Balboa, Buenos Aires Bajo, Buenos Aires Alto, Secreta Baja, Patio Bonito, San Andrés Bajo, Sinaí, Los Quindos, Salvador Allende, Naranjos Bajo, Acacias Bajo, El Milagro, Cristales Bajo, Las Veraneras, El Recuerdo, Brasilia, Villa Juliana, Pradito, Santa Fe, Miraflores Bajo, Unión Bajo, Salazar Bajo, Nueva Libertad Bajo, Aldea Bajo, Villa Quindío, Tigreros, Mercedes Bajo, Niágara Bajo, Santa María Miranda, Bolívar Norte, Regivit, Nuevo Armenia, San Nicolás y La Arboleda Baja.  

Estos asentamientos, muchos de ellos ilegales, albergan a familias que enfrentan una amenaza constante de desastres naturales. La administración local ha emitido una serie de recomendaciones para la población en estas zonas y aquellas construcciones situadas en áreas de riesgo.

la Omgerd se han emitido una serie de recomendaciones:

  1. Evitar el sobrepeso sobre la corona del talud, provocado por depósitos de escombros, parqueaderos de vehículos y residuos sólidos en general. 
  2. Vigilar el efecto de las aguas de escorrentía sobre los taludes. 
  3. Mantener y limpiar zanjas de coronación y sistemas de sumideros de aguas. 
  4. Evitar manipular el talud, especialmente en temporadas de lluvias. 
  5. Proteger la vegetación nativa del talud. 
  6. Evitar arrojar residuos sólidos y escombros sobre zonas de ladera. 
  7. Manejar las aguas lluvias de los techos de las viviendas colocando canaletas y direccionarlas a través de bajantes a una recámara. 
  8. Reforzar la estructura de las viviendas que se encuentran en el quiebre de pendiente del talud. 
  9. Proteger con plásticos los taludes para disminuir el efecto de erosión de las aguas lluvias. 
  10. Retirar la mayor cantidad de escombros y residuos sólidos de la ladera, a fin de quitarle presión al terreno. 
  11. Mejorar la cobertura vegetal de porte bajo, implementando siembra de grama, césped, maní forrajero o pasto vetiver. 
  12. Evitar la presencia de árboles de gran altura sobre el quiebre del talud, ya que su peso y desarrollo de raíces facilitan los deslizamientos. 
  13. Vigilar el mantenimiento y protección de los guaduales, ya que actúan como muro de contención natural. 
  14. Sellar las grietas localizadas en el área de antejardín con cemento, para evitar efectos negativos por filtración de agua por las ranuras. 
  15. Los colchones, sillas y elementos grandes arrojados a las quebradas desvían su curso y facilitan la socavación de la orilla, detonantes de deslizamientos mayores. 

El alcalde James Padilla García resaltó que es necesario el acompañamiento continuo: “Las zonas de alto riesgo, especialmente en asentamientos, son un problema histórico y complejo de resolver. Sin embargo, estamos trabajando en visitas de acompañamiento y seguimiento con los entes de control para que las familias que viven en estas áreas comprendan los riesgos de permanecer allí”.

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