A los 7 años de edad y con discapacidad visual, María del Pilar empezó a educar y enseñarle a su hermano Carlos, también invidente, y desde entonces no ha parado de dictar clases. Asegura que ser ciega nunca ha sido un obstáculo para impartir conocimiento y conquistar sueños.
Esta joven maestra, ejemplo de superación, es licenciada en ciencias religiosas y orientación sexual, tiene 2 especializaciones y es la autora de 7 libros. La visitamos en el aula 9 de la institución educativa El Pedregal donde tiene la admiración y reconocimiento de estudiantes y docentes.
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Cada jornada académica inicia con la alegría de enseñar, antes del ingreso de los estudiantes, revisa, planea y marca en lenguaje brayle los materiales educativos.
Aprovecha el descanso para caminar por los pasillos y saludar a su hermano. A esta pareja de profesores invidentes los une, la inspiración, la docencia y el amor fraterno.
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Entre los 12 mil profesores que tiene Medellín, María del Pilar, hoy es el ejemplo de tenacidad y superación y con sonrisa a bordo, ratifica su amor por la docencia y sus estudiantes.