De izquierda a derecha, Mariana Ospina, Ximena Urrea Muñoz, Luis Fernando Amézquita e Ivana Suárez, colaboradoras del negocio y el propietario. /FOTOS: WENDY
RESTREPO
Si hay algo que tiene el poder de devolvernos en un viaje de recuerdos a épocas especiales, son los sabores y los olores, en este caso del migaito.
Y esos dos aspectos ganadores los tiene el emprendimiento de Luis, un paisa que quiso honrar a su abuelita y hacer que la gente se remontara a las cocinas de las matronas con una combinación perfecta… el Migaito: chocolate, pan y quesito.
Luis Fernando Amézquita Angulo, de 35 años, estudió mercadeo en la Universidad de Medellín y tuvo la vena de emprendedor, por eso dejó su trabajo vendiendo crispetas y gaseosa en una sala de cine, para lanzarse al charco con su emprendimiento, el cual funcionó muy bien hasta pandemia.
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Nació Migaito
Pero como su otro emprendimiento venía a la baja y Luis es un hombre de familia, con esposa y con hijo, acudió al tan utilizado término de “reinventarse” y ahí fue cuando se acordó de su abuela.
“El migao siempre me ha gustado de toda la vida, mi abuela y mi mamá me lo hacían desde siempre, y una mañana que me lo estaba comiendo, en ese afán de buscar ideas nuevas, me pregunté qué pasaría si esto lo empezara a comercializar”.
Contó Luis.
Él quiso seguir su instinto, porque aunque muchas personas le dijeron que eso era algo fácil de preparar en casa y que no tendría mucha salida, Luis se empeñó en desarrollar la idea y evocar una experiencia nostálgica, que es su valor agregado. Por eso hasta las tazas en las que lo sirven son hechas por artesanas del Carmen del Viboral.
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La experiencia empieza desde que uno llega, porque ese aroma a chocolatico despierta el apetito y eso ha cautivado a un montón de gente que ya van al negocio y hacen la fila para probar.
“Para que no se vea un producto tan fácil de hacer en la casa, me puse a hacer pruebas con licores y quedó uno con brandy, un chocolate de café, otro de vainilla, de canela y también en panes y quesos tenemos variedades”.
Detalló el emprendedor.
El migaito, que se puede probar con todo tipo de panes, galletas y hasta queso momposino, tiene variedad de precios que van desde $ 4500 hasta los $ 8000. Tienen servicio de lunes a sábado, entre las 7:00 a.m. y las 11:00 a.m., en el barrio Cristo Rey de Guayabal, exactamente en la calle 1sur # 50G – 15.