El caso de Miguel Camilo Parra y Ángela Ferro extremeció a los capitalinos en el 2020.
La juez 22 Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Bogotá, condenó a Miguel Camilo Parra Niño, por haber atacado con sevicia a su excompañera sentimental utilizando una hacha, elemento con el que pudo causarle la muerte, en hechos ocurridos el 16 de octubre de 2020 en Bogotá.
La juez lo declaró culpable de haber cometido el delito de tentativa de feminicidio agravado, por las graves lesiones que causó en el rostro, el cuello y en otras partes del cuerpo de la víctima identificada como Ángela Ferro.
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Los hechos se presentaron en medio de las restricciones derivadas de la pandemia del covid – 19 en Colombia, exactamente en la noche del 16 de octubre de 2020, en el barrio El Redil en la localidad de Usaquén, norte de Bogotá.
El ataque se produjo luego que la mujer le hubiese manifestado que no tenía intenciones de continuar con la relación sentimental, puesto que Miguel Camilo Parra Niño ya había demostrado agresividad y violencia en contra de la víctima, según reveló la Fiscalía General de la Nación.
Ferro se reunió en su apartamento con Parra Niño para decirle que no quería que siguieran juntos por su comportamiento violento, los continuos ataques de celos y las amenazas que él había proferido en contra de su hijo menor de edad.
Testimonios, videos, además del dictamen del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, hicieron parte de las pruebas que recopiló un fiscal de la Seccional Bogotá, que logró demostrar que las agresiones sí ocurrieron y que con ellas se puso en riesgo la vida de la mujer.
«La investigación permitió establecer que Parra Niño pretendía causarle la muerte a su expareja, luego de que ella pusiera fin a una relación de ocho meses de convivencia», señaló la Fiscalía en un comunicado.
La violencia física, psicológica, además de las amenazas que soportó la mujer y su hijo que para la época tenía 13 años.
«El motivo de la separación fueron los múltiples episodios de violencia física y amenazas que soportó la mujer. Durante el juicio, la Fiscalía señaló que el agresor actuó consciente de lo que hacía, al punto que el día del ataque llamó a su mamá y a una tía para que vieran a la víctima», dijo la Fiscalía.
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El sujetó se escapó tras el ataque brutal que causó a la víctima y se refugió en Fusagasugá (Cundinamarca) además de cambiar su apariencia física. Pese a ello fue capturado el 27 de octubre de 2020.
El sentido de fallo del juez fue condenatorio se espera que se defina el monto de la pena privativa de la libertad que se impondrá. De inmediato fue capturado por integrantes del CTI de la Fiscalía en la sala de audiencias 22 del Complejo Judicial de Paloquemao en Bogotá.