La alta demanda de compradores ha generado caos y poco distanciamiento social.
Debido a alta demanda de compradores en el sector de San Victorino, en el centro de Bogotá, y las pocas medidas de bioseguridad que se están presentando en la zona, la Policía Metropolitana tomó medidas para evitar que se pueda registrar un aumento significativo en los casos de covid–19, ante la llegada de la variante Ómicron al país.
Según el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Eliecer Camacho, se han dispuesto 200 uniformados en esta zona, para garantizar que se cumplan las medidas de bioseguridad y proteger a compradores y comerciantes.
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“Ellos controlan utilización de elementos de bioseguridad, controlan el aforo en los establecimientos comerciales, pero son épocas que debe prevalecer más el control social; se hacen los comparendos que sean necesarios y los controles, pero lo importante es que los ciudadanos nos autorregulemos”, aseguró el oficial.
La Policía Nacional entregó más de 1.500 tapabocas a las personas que infringían la norma en ‘el madrugón’, con el fin de crear conciencia entre los visitantes para que «se pueda seguir cumpliendo el distanciamiento social y poder celebrar Navidad en paz y tranquilidad, junto a sus seres queridos».
“Suena triste decirlo, pero pareciera que se nos ha olvidado que existe un virus que está causando la muerte de muchos ciudadanos y la invitación es que no tengamos que utilizar la norma para sancionar, sino que por el contrario, que seamos muy disciplinados, que los hagamos por nuestra salud y nuestra familia”, aseguró la coronel Alba Patricia Lancheros, directora de Seguridad Ciudadana de la Policía Metropolitana de Bogotá.
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Cabe indicar que no usar el tapabocas, puede acarrear una sanción, que puede costar $936.320. Por su parte, generar aglomeraciones o no mantener la distancia de más de dos metros, puede devengar en una medida correctiva que va de la suspensión temporal de actividad económica y el comparendo que indique el uniformado que haya conocido el caso.