Más de 100 buses de esa empresa no circularon este miércoles.
Por cuarta ocasión en los últimos cinco años, una empresa del sector transportador paralizó sus actividades en el área metropolitana de Barranquilla por el asedio de las bandas criminales.
En esta ocasión fue Transporte Lolaya que con más de un centenar de buses cubre rutas urbanas.
La aparición de un panfleto amenazante, aparentemente extorsiones del ‘Clan del Golfo’, generaron la alerta que en el fin de semana se concretó con un ataque a bala a un bus en el sector de Soledad 2000.
Con temor, un conductor que pidió no fuera revelado su nombre le dice a los autores de las amenazas que “esta guerra no es de nosotros”.
Se califica como “carne de cañón» y pide que se les vea como trabajadores, “prestadores de un servicio que necesitan llevar el pan a sus hogares”.
“Hoy tomamos la decisión de no salir a trabajar por la situación de inseguridad, estamos pasando por una ola de inseguridad muy grande”, declaró.
Recordó que los conductores viven del día a día. “La labor de nosotros es transportar personas y si no trabajamos no hay recursos en nuestras casas”.
En medio de la zozobra, los conductores también reclaman un pronunciamiento de las autoridades de Policía y civiles, al tiempo que piden garantías para el ejercicio del oficio.
Con corte a 30 de julio el aumento en la extorsión en Barranquilla y el área metropolitana fue del 17 por ciento.
Se pasó de 547 a 640 casos denunciados ante el Gaula de la Policía.