Una carta llena de reflexiones y agradecimientos, dirigió monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez obispo de la Diócesis de Armenia desde su aislamiento por Covid-19 a todos los Sacerdotes, Religiosos, Religiosas, Diáconos, Seminaristas, realidades de pastoral y personas de buena voluntad que peregrinan en el Quindío.
Agradeció el prelado a esta prueba, que le ha fortalecido y ejercitado la paciencia, que le ha hecho madurar y avivar la esperanza, en una experiencia que compartió con los sacerdotes, diáconos, seminaristas y tantos hermanos que han pasado por dicho camino de dolor.
Dijo que durante los días de su aislamiento afectado por el Covid-19, decidió estar desconectado de todo por salud mental, lo que considera muy gratificante, agradeció al sacerdote Jaime Álvarez Gómez por su dedicación y responsabilidad asumida con entereza como Vicario General, lo mismo que a todo el clero por la responsabilidad con que asumieron las actividades pastorales y espirituales, demostrando finura, temple y fidelidad al ministerio.
Destacó el entusiasmo de todos para continuar en la ardua labor de administración, promoción humana, evangelización y compromiso social en la Diócesis. Aprovechó su carta, para animar a todos a seguir juiciosa y responsablemente asumiendo las disposiciones y normas de bioseguridad de la diócesis, al señalar que mediante nuevas normas se abrió la posibilidad de aumentar el aforo en los templos, siempre y cuando el departamento no alcance la ocupación de un 85% de camas UCI.
Recalcó la importancia de redoblar esfuerzos para el auto cuidado, el uso de tapabocas, el lavado frecuente de las manos, el uso de alcohol y el distanciamiento social de un metro entre las personas y la desinfección después de cada celebración.
Dijo monseñor Quintero Gómez que es urgente revisar la carta de aprobación que le fue entregada a cada párroco, para determinar el número de misas que fue concertado en cada comunidad parroquial.
Indicó que no se puede celebrar unas exequias a las tres de la tarde y terminada, una misa a las cuatro de la tarde y que con responsabilidad se volverá a revisar con cada párroco, las misas que fueron aprobadas, por lo cual ningún sacerdote debe estar celebrando misas extras, además, les reitero como acto de obediencia, de fe y de humildad, continuar ofreciendo la Sagrada Comunión en la mano y que ningún sacerdote puede confundir a los fieles enseñando doctrinas que debilitan su fe y les genera problemas de conciencia y agregó que generar actos de resistencia frente a recibir la comunión en la mano es un acto de irresponsabilidad y está muy lejos de la auténtica comunión y sinodalidad eclesial.
Se refirió monseñor Carlos Arturo Quintero a la reactivación económica al indicar que ésta, venga acompañada de un compromiso social y ciudadano que nos haga más fuertes y que podamos apostarle también a la reactivación espiritual en nuestros hogares, al tiempo que pidió prepararse para la Jornada de oración por la santificación de los sacerdotes y no anunció el momento de su reaparición en las celebraciones religiosas o en la misión pastoral.