Esta es una de las 3 motos que tienen acondicionadas para prestar el servicio de montallantas a carros y motos a domicilio. /FOTO: SINDY VALLE.
“¿Montallantas a domicilio? Eso no lo hay en Medellín”. Esta fue la frase que le prendió el bombillo a José Luis, un emprendedor todoterreno que llegó a la capital paisa para sacar de apuros a más de uno.
Hoy tiene 40 años, pero desde que tenía 12 se dedicó a trabajar en montallantas y es lo que mejor sabe hacer.
Un día, un señor para el que trabajaba adecuó una moto para prestar este servicio a domicilio y él, sorprendido por la admiración que recibía de los visitantes, decidió hacer lo mismo, pero lejos de allí.
Así que en el 2019 se reunió con su hermano, su mamá y su papá para tomar una decisión que les cambió la vida. Juntaron los ahorros de todos y se vinieron de Apartadó, el pueblo del Urabá antioqueño que los vio crecer, para probar suerte en una ciudad inmensa y desconocida.
Al principio fue complicado, repartieron volantes y las cosas no se daban. Por lo que compraron un pequeño local en Envigado, ya dotado con herramienta, y empezaron a trabajar. Lo malo es que no contaban con la llegada del Covid-19; sin embargo, eso no detuvo a los hermanos Alzate y decidieron “echar a rodar” la idea de negocio que los trajo a Medellín.
Don Efren Alzate, el padre de José Luis (izquierda) y Alberto (derecha), tiene la labor de cuidar el local mientras sus hijos hacen los domicilios. / FOTO: SINDY VALLE.Un golpe de suerte
Compraron una moto, le acomodaron las herramientas necesarias y hasta le adaptaron una pipeta de aire para ir a prestar su servicio a domicilio.
Todo empezó a mejorar y su negocio fue prosperando. Compraron uniforme, crearon redes sociales y eso les ayudó a darse a conocer.
Un día alguien le tomó una foto a José Luis, mientras se detuvo en un semáforo, y la subió a Facebook, un impulso que les sigue dando fuerza porque cada vez se replica más.
“Alguien me tomó una foto y la montó y a la gente le causaba mucha curiosidad. Incluso, un día en el Centro estaba atendiendo un servicio y varios conductores pararon y se pusieron a aplaudirme por lo que hacía”, aseguró José Luis.
El aire, el gato, la cruceta, las mechas, agujas y el licate, son las herramientas más importantes para una desvarada. / FOTO: SINDY VALLEEl precio es justo
En ‘JLA’, como se llama el negocio, prestan todos los servicios relacionados con montallantas: despinchada, vulcanizada, cambio de repuestos, entre otros. Prestan servicio de 7:00 de la mañana a 6:00 de la tarde y están próximos a abrir horarios nocturnos.
El servicio mínimo, inicial, es de $ 40.000 en el sur del Valle de Aburrá, pero llegan a cualquier parte del área metropolitana y le llevan los repuestos de una vez. Cuando el servicio es directamente en el taller, el precio inicial es de $12.000.
Hoy en día tienen 3 motos; 2 prestan el servicio día a día y la otra reemplaza el pico y placa para poder estar siempre disponibles.
No nos digamos mentiras, alguna vez se ha quedado varado en plena carretera o conoce a alguien que le pasó, así que mejor anote este número: 311 641 95 81. Si en algún momento le pasa, los hermanos Alzate irán a su rescate.
También los pueden seguir en Instagram: @montallantasadomiciliojoseluis.
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