Con más de $ 900 millones invertidos en el último año se logró una recuperación de 98. 7 hectáreas de suelos degradados o erosionados gracias a la bioingeniería, una técnica constructiva que busca resultados ecológicos usando materiales vivos combinados con otros recursos.
En Córdoba la intervención se hizo en el predio El Diamante, en Génova se impactaron los predios El Oreador y La Ilusión. Se hicieron trabajos en 20 hectáreas del predio La Duquesa de Calarcá y en Salento fueron beneficiadas 64 hectáreas de suelos correspondientes a cuatro predios: La Esperanza, Villa Milena, La Rocallosa y El Cairo.
En los municipios de Circasia y Buenavista se recuperaron suelos de Los Girasoles, La Violeta y Alsacia.
Estas obras le aportan a la conservación del patrimonio ambiental pero también a la calidad de vida de los pobladores quienes ahora pueden transportar con mayor facilidad sus productos agrícolas y con menores riesgos.
Además, otras 106 hectáreas de suelos fueron recuperadas en el departamento con acciones ejecutadas por la autoridad ambiental entre los años 2020 y 2021
De acuerdo con José Manuel Cortés Orozco, director general de la CRQ, se han establecido durante los últimos tres años coberturas vegetales a través de especies nativas: “se ha usado quiebra barrigo (Trichanthera gigantea), chachafruto (Erythrina edulis) y otro tipo de especies nativas que gracias a su sistema radicular, o conjunto de raíces, permiten amarrar el suelo y no generan gran peso evitando que se den erosiones nuevamente”.
Al uso de trinchos, canales, zanjas y otras herramientas se suman procesos de educación ambiental ya que además de las condiciones naturales de los suelos del Quindío que son de origen volcánico, su conservación depende también de los usos adecuados por parte de las comunidades