La cabeza estaba en una bolsa, en otra los brazos y piernas y el torso envuelto en una sábana.
Dantesco. Esa es la palabra que encaja en lo que aconteció este fin de semana en un inquilinato, ubicado en el barrio Buenos Aires de Medellín.
En una de las habitaciones del lugar se sentía un fétido olor por lo que otros inquilinos llamaron a la Policía para establecer el origen de la fetidez.
Cuando las autoridades entraron se llevaron una macabra sorpresa: en dos bolsas hallaron la cabeza, piernas y brazos de una mujer. Además, el torso estaba envuelto en una sábana. Todo estaba oculto debajo de una cama.
Además, en el lugar la Policía encontró un machete y un martillo, con lo que presumen los investigadores habrían sido usados por el asesino para desmembrar el cuerpo de la víctima.
La mujer estaba sin identificar cuando su cuerpo fue hallado el sábado, pero con el pasar de las horas fue identificado. Se trataba de Leidy Johana Escobar Pulido, de 21 años de edad, quien era natural de Malambo (Atlántico).
De la joven, en Medellín, se conoció que había llegado al inquilinato el pasado 14 de diciembre. Además, en esa habitación residía alquilado desde hace 4 años un hombre apodado como ‘El cura’, de quien no se sabe nada desde el pasado 15 de diciembre que fue la última vez que los otros inquilinos lo vieron salir.
Así el hombre se convierte en el principal sospechoso del macabro crimen.
Por este hecho, las autoridades de la capital de Antioquia han ofrecido una recompensa de hasta 100 millones de pesos para esclarecer este caso de sangre.