La Oophaga lehmanni es una ranita venenosa cuya belleza casi la ha llevado a extinguirse debido al tráfico ilegal.
Ahora, por primera vez en Colombia y tras varios años de investigación y experimentación, una alianza de entidades logró su reproducción bajo cuidado humano y hoy, en algún lugar del Pacífico colombiano, fueron liberados los primeros 29 ejemplares con los que se espera empezar su repoblamiento.
“Estamos felices de estar aquí en este momento histórico, ayudando a que esta especie no desaparezca de la faz de la Tierra. ¡Qué mejor forma para arrancar la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente! Ha sido un largo recorrido en el que varias entidades hemos unido esfuerzos para lograr que hoy arranque esta nueva etapa de liberación de estas hermosas ranitas que están gravemente amenazadas y que como Corporación nos hemos comprometido a proteger con nuestros aliados”, dijo durante la liberación Marco Antonio Suárez Gutiérrez, director general de la CVC.
¿En qué consiste el programa?
Y es que este programa es imprescindible para la supervivencia de esta especie.
“A través de estudios llevados a cabo por autoridades científicas, se determinó que la Oophaga lehmanni es una especie que se encuentra en peligro crítico debido a la gran cantidad de individuos que se han extraído para el comercio ilegal”, explico Carlos Andrés Galvis, biólogo, Jefe de Poblaciones de la Fundación Zoológico de Cali.
Si se detuviera por completo el tráfico, la población está tan diezmada que no lograría recuperarse naturalmente y desaparecería.
Por eso se formó una alianza estratégica liderada por la CVC, el Zoológico de Cali, la Universidad del Valle y la WCS en la que también participan el Ministerio de Ambiente, Parques Nacionales, la comunidad de Anchicayá, la Universidad de Los Andes, el Zoológico de Zúrich y profesionales como el profesor Adolfo Amezquita entre otros.
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Paradójicamente y sin tener la menor idea del papel que en qué terminaría su crimen, dos traficantes de fauna que pretendían sacar estas y otras ranitas del país cayeron en el aeropuerto El Dorado, donde se logró su captura y la recuperación de los anfibios.
Estas ranitas incautadas fueron la “semilla” del programa. Tras cerca de dos años de investigación y experimentación dieron por resultado estas primeras 29 ranitas con las que se busca iniciar el repoblamiento.