Para Saskia Loretta van Erven García respirar el aire de Cali es sinónimo de felicidad. “Cuando el avión aterriza y se abre la puerta, de inmediato siento que estoy en casa”, dice desde Ámsterdam la esgrimista de 33 años que defiende con su florete el amarillo, azul y rojo de la bandera nacional.
Esa conexión especial entre ella y Colombia se debe a su madre, Gloria García, quien fue medallista de bronce en esgrima en los Juegos Panamericanos que se realizaron en 1971 en la capital del Valle.
Aunque vive en Holanda, el país de su padre, pasó su infancia en Róterdam escuchando los consejos de su mamá, la primera persona que le enseñó todos los secretos de la danza de las espadas. Tenía seis años y el judo y el ballet coqueteaban con ella, pero su sangre — y su corazón— se inclinaron por la esgrima.
Esa vocación la llevó a competir desde los 14 años, logrando resultados prometedores para la tierra de los tulipanes. “Comencé a estar en torneos cada fin de semana, mientras veía que mis otros compañeros del colegio se la pasaban en fiestas, ahí fue cuando supe que esto era lo mío”, cuenta con una amplia sonrisa y un brillo en sus ojos verdes.
Pero al final, la naturaleza y la espontaneidad de la gente caleña hicieron que desde pequeña viajara a representar al Valle en los Juegos Nacionales, y desde el 2011 a Colombia en los Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe, y Suramericanos.
Vistiendo el uniforme tricolor, Saskia también logró uno de los sueños más grandes de su vida: participar en unos Juegos Olímpicos. Su primera vez en el evento deportivo más importante del mundo fue en Londres 2012, y cuatro años más tarde, en Río, repitió el honor.
Ahora, la esgrimista caleña se prepara para ir a sus terceras olimpiadas, las de Tokio 2021. La semana pasada aseguró su boleto a las atípicas justas japonesas, que se realizarán en medio de la pandemia desde el próximo 28 de julio.
En diálogo con El País, Saskia habló de sus expectativas, de sus ganas de medalla y, por su puesto, de su enorme amor por Cali.
¿Qué sensaciones tiene después de haber logrado el cupo a Tokio?
Estoy muy feliz, pero eso no significa que vaya a parar allí. Hay que seguir entrenando y en eso estamos.
Ha sido muy duro todo para muchos deportistas a causa de la pandemia, pero yo he visto las cosas de una manera positiva. Hay dificultades y las cosas han cambiado, pero yo no me sentí mal porque siempre tuve mi mente muy clara.
¿En dónde estaba cuando inició la pandemia?
Yo entrené hasta hace un año en Italia. Cuando inició la pandemia yo estaba en la zona roja y tuve que tomar decisiones. No quería quedarme atrapada allí porque qué tal que me pasara algo y yo sola. Entonces decidí devolverme a Holanda y ver cada semana cómo iban evolucionando las cosas. Fueron momentos de mucho estrés para todos. Hace un año, nadie pensaba que en estos momentos íbamos a seguir así.
En la infancia practicó judo y también baile. ¿Por qué terminó decidiéndose por la esgrima?
Porque lo tenía en mi sangre. Ver el florete en la sala de mi casa era algo normal porque mi mamá, que es colombiana, fue esgrimista. La esgrima toma mucho tiempo, siempre me gustó el baile, pero ya cuando uno siente que un deporte es de uno, no hay nada que hacer.
¿Por qué decidió competir por Colombia?
Estuve en el equipo nacional de Holanda hasta los 21 años, pero las posibilidades allá en el deporte son muy difíciles. La gente piensa que por ser un país de mucha plata es más fácil, pero no es así, en Colombia hay mucho más apoyo y eso es lo que más me gusta. Además, yo viajo desde los 19 a competir por el Valle en los Nacionales, entonces para mí no fue extraño. La idea era representar la tierra de mi mamá.
El amor que siente por Cali y Colombia es muy grande…
Mi mamá es de Lomitas, un pueblito muy pequeño cerca de Cali, que es donde mi familia vive ahora. Cuando voy se siente un ambiente muy distinto a cuando llegas a Europa.
Siempre que llego a Cali sé que estoy en mi ciudad. Hace unos años fui a Lomitas y caminamos por las montañas, y ese es un recuerdo muy bonito para mí porque sentí que era parte de lo que yo soy. Me encanta caminar por la naturaleza y montar a caballo, que son cosas que en Holanda nunca tuve.
¿Qué es lo que más le gusta comer cuando viene a Cali?
La arepa con perico (huevos revueltos) que hace mi tía. También me encanta cuando voy con mi primito caminando a comprar las arepas y nos las comemos con un cafecito. También me gustan el pandebono y los plátanos.
Otra cosa que me gusta cuando voy a Colombia es que voy por la calle y escucho que algunas personas pasan con un micrófono vendiendo frutas, y eso no ocurre en Holanda. Si yo quiero un aguacate acá, me toca ir al Supermercado, pero en Cali alguien toca la ventana del carro y te lo vende. También me gusta el ambiente de la música porque se escucha salsa por todos lados.
Volviendo el tema deportivo, se vienen sus terceros Juegos Olímpicos, ¿Cómo ha sido todo ese proceso representando a Colombia en las justas más importantes?
Mis primeros Juegos fueron en Londres 2012 y fue un sueño hecho realidad. Recuerdo haber estado nerviosa porque en ese momento yo no me encontraba en el circuito de las mayores. Lo triste de esa oportunidad es que no pude estar en la inauguración, me tocó verla en la Villa Olímpica porque al otro día me tocaba empezar a competir.
Y ahora, los terceros serán algo raros, porque estamos en una pandemia, la preparación ha sido atípica y nos ha tocado buscar posibilidades de entrenamiento. Estoy feliz de que no los hayan cancelado, porque eso iba a ser peor para los deportistas que hemos trabajado tan duro.
¿Cuál será su meta en Tokio?
Pienso que uno entrena para lograr una medalla. Entrenas con ese objetivo, pero también hay que decir que hemos pasado un año muy raro, en el que tuvimos muchas dificultades para entrenar.
¿Cómo tiene planeada su preparación antes de las justas?
Todavía no tengo una respuesta porque no sabemos en qué fecha debemos estar en Tokio.
¿Qué mensaje le daría a su mamá?
El rol de ella en mi vida ha sido muy importante. Yo la llamo cada día así no tenga nada por decirle. Por ella me inicié en este deporte y es la razón por la que pude hacer esta carrera. Sin mi mamá no hubiera competido por Colombia y estoy orgullosa de que me haya dado la posibilidad de representar el país de mi sangre.