«En el Pacífico somos fuertes, personas aguerridas, que pese a no tener muchas oportunidades lo damos todo por salir adelante»: Roberto Cuero, uno de los líderes que a través del deporte y la cultura impacta de forma positiva en la región.
Noticias Cali.
El deseo de ser futbolistas es algo que queda fuertemente marcado en muchos niños de Guapi, Cauca, y otras zonas del Pacífico colombiano.
Desde que nacen tiene entre ceja y ceja el sueño de patear un balón, hacer goles y darle un mejor futuro a sus familias.
Entre pasto de selva espesa, canchas improvisadas, descalzos y sin prendas apropiadas van forjando esa pasión por el deporte.
Disciplina que se convierte en uno de los factores importantes para hacerle contrapeso a la violencia.
Ellos luchan día a día, con el apoyo de actores y líderes que desde sus regiones brindan un enfoque constructivo desde la experiencia que han podido obtener.
De Guapi a Cali por un sueño
Un ejemplo claro de estas buenas acciones son Roberto Cuero y Andrés Ortíz, quienes desde este territorio anclado en el Pacífico colombiano han brindado una salida social a muchos jóvenes que viven en medio del conflicto.
Cuero es un importante líder social de la región que ha buscado centralizar el respeto por la vida y la construcción de Paz.
Él, en compañía de Andrés Ortiz estuvieron en Cali el pasado mes de agosto con al menos 7 jóvenes que tienen un gran sueño. Todo con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones, OIM.
Todos anhelan llegar a ser grande futbolistas, dejando atrás las dolorosas vivencias que han tenido que vivir en medio del conflicto.
Resaltan que buscan que el amor al deporte y la cultura sea más que un hobbie o pasatiempo.
Pues lo ven como una importante salida que rescata de las manos de la guerra a jóvenes soñadores y se convierte en la base fundamental de proyectos de vida.
Su estadía en Cali no fue algo de paso, fue un recorrido con sentido social, visitando estadios, conociendo jugadores profesionales de fútbol.
La mayoría jamás había salido de Guapi o viajado en avión, fue una experiencias enriquecedora que esperan tenga frutos en el futuro.
«No se trata solo de querer el deporte o trabajar desde lo social, es rescatar jóvenes que muchas veces solo tienen las armas como opción de vida…Es forjar sueños, caminos y esperanza para toda nuestra niñez, región y Pacífico colombiano», enfatiza Roberto Cuero.