El exceso de humedad generado por los aguaceros desplomó 10 viviendas de igual número de humildes familias que por efectos de la pandemia del Covid-19 y la falta de oportunidades para acceder a su propia vivienda ocuparon un predio del occidente de la ciudad de Pasto.
Así lo dijo la presidenta del proyecto Mirador de Dios, Diana Maigual, tras argumentar que el agua provocó el desprendimiento de la tierra en la que se construyeron las improvisadas viviendas, de las cuales en cada una de ellas viven hasta dos familias.
“Los torrenciales aguaceros y los fuertes vientos afectaron las paredes y techos de las modestas construcciones las cuales hace más de un año se construyeron con materiales reciclados. La madera que cubría las paredes y las láminas de lata y plástico que hacían parte del techo se desplomaron y ahora sus habitantes padecen serias necesidades”, dijo.
La dirigente comunitaria también expresó que los lodazales que se formaron en los caminos imposibilitan el ingreso a las 109 viviendas. “Estamos angustiados porque muchos adultos mayores, embarazadas y personas en situación de discapacidad no han podido movilizarse por las dificultades que se registran en el terreno”, manifestó.
Agregó que al inicio de la pandemia por el Covid-19 la totalidad de las familias de dicho lugar quedaron sin empleo debido a que el sustento diario para sus seres queridos lo obtenían a partir de las ventas informales y el reciclaje, entre otros.
“Las madres cabeza de hogar quienes laboraban en algunas casas de familia y establecimientos comerciales también se quedaron sin trabajo y ahora no saben cómo satisfacer las necesidades básicas de sus hogares”, dijo.
Necesitan alimentos
“La falta de oportunidades laborales mantiene a las familias de este lugar con hambre. Por eso hacemos el llamado a las autoridades gubernamentales y personas de buen corazón para que nos colaboren con ayudas humanitarias”, dijo la dirigente comunitaria. Frente a esta situación manifestó que las familias damnificadas por las lluvias y aquellas que viven en pésimas condiciones nutricionales requieren alimentos.
“Es oportuno que nos colaboren con mercados y enseres, debido a que cada día que pasa nuestra situación empeora”, dijo.