La festividad de hoy es más que un evento religioso; es un recordatorio de la esperanza y la fe que han unido a generaciones.
Noticias Nariño.
Desde este domingo 15 de septiembre, Nariño celebra con fervor el Día de la Virgen de las Lajas, una festividad que reafirma la profunda devoción y orgullo de los habitantes por su símbolo sagrado, un verdadero pilar de identidad y cultura regional.
La celebración no solo recuerda la importancia espiritual del Santuario, sino que también destaca el majestuoso entorno donde se encuentra, enmarcado por el dramático paisaje de los peñascos abismales.
La historia del Santuario de la Virgen de las Lajas comienza en 1754, con la figura de María Mueses de Quiñónez, conocida popularmente como “La Juana”.
María, descendiente de los caciques de Potosí, estaba en tránsito solitario por los peñascos de las Lajas, una zona conocida por sus leyendas y temores locales.
Durante uno de sus pasos por la cueva natural a orillas del río, invocó a la Virgen del Rosario en busca de protección. En ese momento, sintió un toque en su espalda, pero al volver, no vio nada que pudiera explicar el fenómeno.
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Unos días después, María regresó a la cueva con su hija Rosa, quien era sordo-muda. Al llegar al santuario, Rosa, por primera vez en su vida, habló diciendo que veía una figura de mestiza con niños a su alrededor: “Mamá, la Mestiza me llama”.
Aunque María estaba sorprendida, no pudo ver lo que su hija describía. Tras un retorno a Ipiales y la muerte de Rosa, María llevó el cuerpo de su hija al santuario y rogó a la Virgen por su resurrección.
Esta petición y la peregrinación que siguió hicieron que la noticia de la aparición se difundiera, y el 15 de septiembre de 1754, una gran cantidad de fieles se reunió para ver por primera vez a la Virgen de las Lajas.
Desde entonces, el 15 de septiembre se ha convertido en una fecha anual de celebración, en la que los nariñenses y visitantes rinden homenaje a la Virgen, consolidando su lugar en el corazón y la cultura del pueblo.
La festividad de hoy es más que un evento religioso; es un recordatorio de la esperanza y la fe que han unido a generaciones, haciendo del Santuario de la Virgen de las Lajas un auténtico milagro sobre el abismo y un símbolo eterno del espíritu nariñense.
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