Se trata de Carlos José Dangond Fernández de Castro, vendedor de vehículos de alta gama que viajó de Santa Marta a Bogotá, y apareció muerto.
El empresario samario Carlos José Dangond Fernández de Castro, especializado en la venta de vehículos de alta gama, y hallado sin vida este martes en Soacha, Cundinamarca, cerca de Bogotá; “fue asesinado por asfixia mecánica y no registraba signos de tortura”, reveló un informe de Medicina Legal conocido este fin de semana.
Como se ha informado, el cuerpo de Dangond fue llevado por varias personas en un vehículo y abandonado en las afueras del municipio cundinamarqués, según informó la Policía.
Las primeras versiones señalaban que el cadáver de Carlos José Dangond Fernández de Castro había sido hallado con un impacto de bala y que los miembros de criminalística lo habían llevado a Medicina Legal para los exámenes forenses.
Sin embargo, ahora se conoce el dictamen definitivo de Medicina Legal, que no evidencia la presencia de herida de bala como se informó de manera preliminar.
Familiares del empresario lo habían reportado como desaparecido el pasado lunes 14 de noviembre, y las autoridades le estaban siguiendo el rastro para dar con su paradero.
Dangond Fernández de Castro había viajado a Bogotá a reunirse con familiares de un poderoso esmeraldero, ya fallecido, para finiquitar un negocio de blindaje de varias camionetas, sin embargo, sus familiares le perdieron la ubicación.
El cuerpo del empresario, quien era propietario y representante legal de la compañía Grupo Automundo S.A.S, fue encontrado en horas de la noche del pasado martes 15 de noviembre, en el barrio Valle de Santa Ana del municipio de Soacha.
Otra de las versiones que manejan las autoridades sobre el asesinato, y que entregó RCN Mundo desde Bogotá, es que Dangond se encontraba bajo la lupa de las autoridades que lo venían indagando por presunto contrabando y lavado de activos, a través de la importación de mega camionetas traídas desde Dubái.
El empresario era reconocido por vender vehículos de alta gama a empresarios, artistas y celebridades, que asistían, entre otras, a su sede principal en Barranquilla.
Dicha empresa incluso tenía locales satélites en Miami y en los Emiratos Árabes.