La Secretaría de Salud hace un llamado a la comunidad a acceder a este biológico y evitar complicaciones en la salud.
La Secretaría de Salud de Risaralda se encuentra realizando una campaña de vacunación contra la influenza e invita a toda a la población que todavía no ha accedido a la aplicación de este biológico a que se acerquen a los hospitales de los municipios o sus respectivas EPS para la aplicación de la vacuna.
“Tenemos que ser conscientes que esta es una enfermedad infecciosa, que se trasmite con mucha facilidad de persona a personas y que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, los pulmones y que en ocasiones puede llevar hasta la muerte” explicó Luz Miriam Gutiérrez Valenzuela, coordinadora del programa infancia de la Secretaría de Salud de Risaralda.
La vacuna está dirigida a niños entre los 6 y 35 meses, quienes deben recibir dos dosis con un intermedio de 6 semanas, mientras que para la población adulta, la vacuna está dirigida a mayores de 60 años y mujeres en estado de gestación, con la aplicación de una sola dosis y el objetivo es llegar a una cobertura del 95% de esta población.
“El objetivo es aplicar la vacuna entre los meses de abril y octubre, que es cuando se presenta la temporada de lluvias con mayor fuerza, aunque es muchas ocasiones las personas piensan que días de tiempo seco, esta temporada es donde más se agudizan las infecciones respiratorias en la población”, agregó la profesional en salud.
La gripe estacional tiene fácil propagación y se transmite rápidamente en entornos como las escuelas y las residencias de ancianos. En los climas templados las epidemias estacionales se producen sobre todo durante el invierno, mientras que en las regiones tropicales pueden aparecer durante todo el año, produciendo brotes más irregulares.
Dato
Las personas con mayor riesgo de enfermedad grave o complicaciones son las embarazadas, los menores de 59 meses, los ancianos y los pacientes con enfermedades crónicas (cardiacas, pulmonares, renales, metabólicas, del desarrollo neurológico, hepáticas o hematológicas) o inmunodepresión (por VIH/sida, quimioterapia, corticoterapia o neoplasias malignas).