Armenia
Un pueblo de ascendencia montañera
condujo a la certeza de tu suelo,
con el hacha y su fe como bandera
el valor y el esfuerzo del abuelo.
Hacia el sol de la ruda cordillera
el sueño de tus hijos alza vuelo,
eres noble y gentil palma de cera
que habla con los ángeles del cielo.
Una Ciudad Milagro renacida,
con sus verdes bambucos engalana
la fiesta del paisaje y de la vida.
Del cafeto y la flor eres hermana,
tu fragancia nos da la bienvenida
como un sorbo de tinto en la mañana.
Pedro Elías Martínez