Esta semana pasada empezaron las protestas de los estudiantes en varios establecimientos educativos de los municipios del departamento, tras los incumplimientos del gobierno de Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas con la educación.
Los estudiantes del colegio San José de Calarcá salieron a los patios de la institución y a las calles vecinas, con pancartas, a protestar por tres circunstancias básicas: no quieren que les cambien su coordinador del colegio, se sienten cómodos y satisfechos con él, pero la secretaría de educación ha decidido llevárselo del colegio.
Una situación más delicada es la falta de profesores de apoyo de aula, que no han sido nombrados a pesar de que ya se inició el año lectivo en los establecimientos educativos.
Y una más de salubridad: la gobernación no ha nombrado el personal de aseo de los colegios en todo el departamento. Frente a esta situación, son los estudiantes y profesores los que tienen que dedicar parte de la jornada a mantener los baños, lavamanos, corredores, salones, aulas múltiples, comedor y el patio en condiciones higiénicas.
En el Quindío faltan por matricularse cerca de 2.500 niños, de acuerdo con las estadística de la propia secretaría de Educación.
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