El incumplimiento con los compradores de café en el exterior, en contratos a futuro, condujo a que la Federación Nacional de Cafeteros y las Cooperativas de Caficultores de todo el país, cerraran este tipo de negociación del grano colombiano.
Durante el año 2021 una gran cantidad de caficultores, respaldados por la Federación y/o las cooperativas de caficultores, comprometieron una buena parte de las cosechas del año siguiente, 2022, a unos precios superiores a los que percibían en el momento del contrato. El negocio parecía rentable, pues en el momento de la firma la cotización de la arroba de café era de $80.000 aproximadamente, y se la estaban comprando, a futuro, para entregar a seis meses o más, a $110.000. Sin embargo, las condiciones del precio variaron en ese año 2022, fechas de entrega de los compromisos a futuro, con cotizaciones que alcanzaron los $250.000 pesos.
Muchos caficultores que habían firmado el contrato vieron que entregar el café a $110.000 pesos, a pesar del compromiso adquirido, les significaba una enorme pérdida frente a lo que se le ofrecía en el mercado diario, $250.000, y decidieron no honrar esos contratos, provocando el incumplimiento de Colombia con las empresas consumidoras internacionales, lo que ha generado una verdadera desazón y desconfianza en los productores del grano colombiano.
El director del Comité Departamental de Cafeteros del Quindío José Martín Vásquez confirmó el cierre de este tipo de negocios para este año 2023 y dijo que las cooperativas habían tomado igual decisión.
Por su parte, el caficultor de Circasia Fáber Buitrago y miembro del Comité Departamental de Cafeteros del Quindío dijo que efectivamente los incumplimientos de los caficultores a los contratos de futuro el año pasado habían obligado a la Federación a suspender cualquier venta en esta modalidad, en atención a una sugerencia hecha por el Ministerio de Hacienda. Buitrago explicó que la suspensión también fue acogida por el sector privado exportador colombiano.