Génova, conocido como el “Bello Rincón Quindiano”, celebra con orgullo 121 años de historia desde su fundación el 12 de octubre de 1903. Este encantador municipio fue creado gracias a la visión y el esfuerzo de Segundo Henao, acompañado por un grupo de valientes exploradores que se aventuraron en tierras habitadas por los guerreros indígenas Pijaos, quienes, tras la llegada de la corona española, quedaron en el olvido. La historia de Génova está marcada por el coraje de sus fundadores y la riqueza natural de su entorno, una joya en medio de las montañas del Quindío.
Fue en 1937, mediante la ordenanza número 10 de la Asamblea de Caldas, que se aprobó oficialmente la creación del municipio. Años más tarde, tras un ajustado debate en el Congreso de la República, donde dos votos definieron el resultado, Génova se convertiría en parte del recién creado departamento del Quindío, que comenzó su vida administrativa el 1 de julio de 1966.
Ubicado en un entorno privilegiado, Génova es un paraíso natural rodeado por los ríos San Juan, Rojo y Gris. Su paisaje, marcado por la biodiversidad, es hogar de especies únicas como el Loro Coroniazul y el Pato de Torrentes, emblemas de la rica fauna que habita en estas tierras. Pero no solo la naturaleza destaca en este rincón quindiano; la agricultura y la cultura cafetera son el motor de su economía y el alma de sus habitantes. Aquí, el café se respira en cada rincón, y la hospitalidad de los campesinos, trabajadores incansables, refleja la esencia de una comunidad unida y llena de esperanza.
El acceso a Génova es una experiencia en sí misma. A tan solo 52 kilómetros de Armenia, el viaje transcurre entre montañas y cafetales, ofreciendo paisajes que enamoran a cualquiera que se atreva a descubrirlos. La entrada al municipio está adornada por el Eco-parque Ilusión, un lugar mágico que da la bienvenida a los visitantes con su majestuosa casa en el árbol y encantadoras cabañas, un preámbulo perfecto para lo que este paraíso quindiano tiene por ofrecer.
Hoy, Génova celebra su historia y mira al futuro con optimismo, orgullosa de su legado y sus raíces. Un rincón donde la naturaleza, la cultura y la calidez humana se entrelazan, haciendo de este municipio un verdadero tesoro del corazón del Quindío.