lunes, noviembre 25, 2024

Fanel Villarreal, primer profesor de educación física licenciado en el Quindío

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Con la tranquilidad que otorgan los años y el justo descanso después de dedicar toda una vida a la preparación física de una buena cantidad de generaciones de estudiantes de Armenia y del departamento del Quindío, el profesor Fanel Villarreal Osorio dedica sus días al disfrute de la naturaleza en compañía de su esposa, la también docente Irma López en su casa de campo ubicada en uno de los verdes parajes que enaltecen la tierra del café

A sus 88 años y con todas sus capacidades físicas y mentales el maestro Fanel Villarreal en diálogo con a un medio regional de El Quindío recordó sus años de infancia, sus estudios y su labor docente sobre todo en el tradicional colegio Nacional Jesús María Ocampo plantel educativo del que fue uno de sus fundadores.

Para el profesor Fanel Villarreal Osorio “la educación es todo. ¿Que maestro para qué?, para llevar a la juventud al poder.  La educación sin maestro no es nada y desgraciadamente estamos estancados, pero parece que por fin va a reventar algo mejor”.

¿Dónde nació, profe Fanel?

Nací en Salento en ese entonces municipio del Viejo Caldas, en la finca La Coqueta propiedad de mi señor padre quien tuvo que venirse al casco urbano con toda la familia porque “la chusma” nos sacó del campo. Éramos nueve hermanos, mi papá y mi mamá, nos tocaba muy duro. Después tuvimos una finquita llamada La Marina también en Salento

¿A qué edad inicia sus estudios primarios?

Ingreso a la escuela del pueblo, Salento, a los seis años, pero me echaron por mi corta edad, la ley decía que había que cuidar la mente de los niños y que tenía que ser a los siete años, entonces tuve que esperar un año más para poder estudiar.

¿Y el bachillerato?

Lo adelante en la Normal Superior de Manizales, y me fui para Bogotá a estudiar en la Universidad Nacional de Colombia.

 

¿Que estudió en la Nacional?

Licenciatura en Educación Física, Recreación y Deportes.

 

-Usted es considerado el primer profesor licenciado en Educación física que tuvo el Quindío

Si. El Ministerio me dio a escoger entre Montería y Armenia y lógicamente escogí mí tierra. Llegué al colegio Rufino J. Cuervo, el más importante de la época y me convertí en el primer profesor licenciado del Quindío en el área de Educación Física, eso fue en el año 1958.

¿Qué recuerda de esa época?

El Rufino era el mejor colegio que había en el Quindío. Allí permanecí alrededor de 11 años hasta que me traslado para el colegio Nacional Jesús María Ocampo del cual fui cofundador.

 

Con el colegio Nacional Jesús María Ocampo se da inicio a otra etapa de la educación oficial en Armenia. ¿Cómo fue esa etapa?

Como yo había estudiado en Manizales, hice una investigación sobre los colegios. En Manizales que era la capital de Viejo Caldas estaba la Normal Superior, la Normal de Manizales y la Normal Departamental en las modalidades de femenino y masculino y aquí no teníamos nada al igual que en Pereira que era la otra ciudad importante de ese entonces.

Le presenté un proyecto al doctor Ancízar López López un hombre que ya gozaba de buen nombre político y le dije que estábamos muy atrasados en materia educativa y de inmediato nos fuimos para Bogotá en donde se hicieron las gestiones para fundar el colegio Nacional. En dos meses nos aprobaron el proyecto.

¿Cuándo y en dónde inicia el colegio Nacional?

 El colegio inicia en el año 66. Iniciamos en el castillo de Getsemani la edificación que quedaba por la calle 30 y que fue construido por Domingo A. Quintero. Iniciamos con cuatro profesores: Nethaly Correa, Gabriel Herrera y Raúl Lopera que era del Valle del Cauca, allí duramos dos años y después nos fuimos para la Normal donde estuvimos como otros dos años. En el año 1972 nos pasamos para la sede donde está ubicado hoy. Era un moderno y amplio edificio con todas las comodidades, con todas las de la ley, con laboratorios, dormitorios para los profesores que nombraban de otras regiones, canchas de baloncesto, coliseo, grandes aulas de clase y el único con piscina. Se convirtió en el colegio mejor dotado de Armenia y del nuevo departamento del Quindío.

¿Y el nivel educativo?

Muy exigente. Al Nacional llegaron profesores de mucha calidad de todos partes del país, eran nombrados desde Bogotá y casi todos se quedaron e hicieron vida aquí. Era una época diferente en la que lo más importante era la formación, el conocimiento que se complementaba con la educación física también exigente. Tanto así que tuvimos varios becados por Ecopetrol, ganamos junto con el Instituto Universitario de Manizales, el Eugracias Cardona de Pereira y el Rufino J. Cuervo de Armenia, ganamos también becas de la editorial Norma.

¿En educación física a qué estudiantes recuerda?

Les enseñe a muchos que se han destacados. En atletismo Escamilla que fue campeón mundial y al patrón Bermúdez lo tuvimos en el Nacional. Se trabajaba mucha física y natación en la piscina que teníamos, había muy buenos nadadores entre ellos el desaparecido y recordado Diego Vargas que fue alumno de nosotros.

¿Qué otros colegios conformó?

Terminé en el Nacional en el año 1999. Me jubilé en la categoría 13, tenía listo un libro para publicar pero se perdió todo con el terremoto de ese año. El terremoto de ese fatídico lunes 25 de enero me echó, me sacó del colegio. Pero estuve en el Gimnasio Armenia 18 años, institución educativa que fundé con los colegas Dagoberto Grimaldos y con Alberto Díaz Tobón. Tuvo mucha trascendencia en la educación nocturna de Armenia. Estábamos ubicados en donde quedaba la Escuela de Administración y Mercadotecnia. Con mí actual esposa la docente Irma López sacamos adelante este proyecto, ella llegó a dirigir el diurno y yo el nocturno contábamos con el apoyo de don Narciso Concha.

También fundamos el colegio Simón Bolívar, primero en la tarde y luego en la noche en la nueva sede del Nacional. El Gimnasio Armenia desaparece para darle paso a la Escuela de Administración y Mercadotecnia. Trabajamos con mi esposa en el Nacional en la mañana, en el San Luis Rey en la tarde y en el Gimnasio Armenia en la noche.

¿Cómo está integrada la familia del profe Fanel Villarreal?

Tuve tres hijos varones: Fanel Junior que se murió hace poco, César Augusto y Walter Fernando hijos de mi primera esposa que se llamaba Venus Quintero. Vivíamos en la calle 20 con carrera 23 en el barrio San José y El Bosque, mi casa la destruyó el terremoto, a Venus le cayó una viga en la cabeza golpe que tiempo después le produjo la muerte.

¿A qué se dedica en la actualidad?

A descansar, a contemplar la naturaleza, las plantas y la variedad de pájaros que llegan hasta mi casa de campo. Vivo con mi esposa Irma López docente licenciada en bioquímica y especialista en educación sexual. Afortunadamente la educación y los ahorros me dieron con que disfrutar mi vejez.

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