lunes, noviembre 25, 2024

Erosión y sedimentos en el río La Vieja, la posible causa de la mortandad de peces

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La reciente mortandad de peces en el río La Vieja, en los sectores de Puerto Alejandría y Puerto Samaria, ha encendido las alarmas entre la comunidad y autoridades ambientales. Según la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ), la acumulación de sólidos en el caudal, resultado de la erosión y arrastrados por las crecientes, ha reducido de forma preocupante los niveles de oxígeno en el agua, afectando gravemente la vida acuática.

En un comunicado, el director encargado de la CRQ, Juan Esteban Cortés Orozco, explicó que los análisis iniciales realizados por el Laboratorio de Aguas de la entidad confirman que la alta concentración de sedimentos en el río ha sido un factor determinante en la mortandad. “Los resultados muestran que la presencia de sólidos suspendidos, que se ha incrementado con las lluvias y la erosión, se ha convertido en un peligroso obstáculo para la oxigenación natural del agua”, señaló Cortés Orozco.

La CRQ ha desplegado un equipo de monitoreo en las zonas críticas para analizar la situación en detalle. Puerto Alejandría, Puerto Samaria y San Pablo han sido los principales puntos de inspección, con planes de extender el análisis a sectores más altos del río, como Barragán. La situación, sin embargo, parece estar mejorando, pues las alcaldías de Montenegro y Quimbaya han reportado una disminución tanto en el nivel del río como en su turbidez, lo que podría permitir una mejor oxigenación en el agua.

Adicionalmente, se están realizando sobrevuelos con drones para detectar posibles áreas de erosión en las cuencas de los ríos Quindío y Barragán, que también alimentan al río La Vieja. Estos estudios con tecnología avanzada permitirán a la CRQ y a las autoridades identificar los puntos críticos y tomar medidas de restauración en las cuencas, con el fin de mitigar el aporte de sedimentos y prevenir futuros episodios de contaminación y mortandad de fauna acuática.

“El día de hoy continuamos con los análisis río arriba para identificar cuál es la carga de sedimentos que aportan los ríos Quindío y Barragán, con el objetivo de tomar acciones necesarias. La reducción de la turbiedad nos da una esperanza de recuperación, pero necesitamos un plan sostenible para controlar la erosión que está alterando gravemente la fuente hídrica”, subrayó el director encargado.

Los habitantes de las zonas afectadas han expresado su preocupación y esperan que los esfuerzos de la CRQ y demás autoridades ambientales no solo logren recuperar la calidad del agua, sino que también se implemente un plan integral para proteger la cuenca del río La Vieja de daños futuros.

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