El trazado de la nueva variante de Calarcá, para unir a este municipio con La Paila en el Valle del Cauca por una doble calzada, podría destruir viviendas patrimoniales que tiene más de un siglo, y arremeter contra el paisaje ambiental que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
EL QUINDIANO visitó la finca La Coca, ubicada en el inicio de la carretera La Línea, en la vereda La Primavera, predio que sería fuertemente afectado por el trazado de la variante, como varias fincas de esta misma vereda.
André Miguel Glik Arbeláez, propietario y heredero cultural de la vivienda y finca cafetera con más de 140 años de tradición, dijo que no se oponían a la variante, pero como está el trazada va a causar destrozos irreparables. Glik propuso un trazado por una antigua vía, lo que le convendría a todos los habitantes de Calarcá y saldría mucho más barato.
También hablamos con María Eugenia Beltrán Franco, arquitecta y miembro del Consejo Departamental de Patrimonio, quien dijo que el trazado daría al traste con viviendas que son una tradición de la antigua Colonización Antioqueña en el Quindío.
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