Este viernes 23 de septiembre se realiza la ceremonia religiosa de despedida a doña Dolly Villegas de Tobón, en un acto que se realizará en el templo del Espíritu Santo a las diez de la mañana.
Doña Dolly falleció en Armenia el lunes pasado y sus exequias se realizaron el martes en esta capital. Como lo dijo nuestro colega Jota Domínguez, doña Dolly murió padeciendo, según sus familiares, un dictamen equivocado después de sufrir una caída. Dolly había nacido en Chinchiná y llegó a Armenia a los 19 años, con su esposo Fernando Tobón Jaramillo.
Pero al abandonar esta tierra cafetera que tanto amó, también se fue con ella la elegancia, el señorío, la belleza y la clase, todo resumido en una mujer cuya mayor virtud fue la sencillez.
Lo que acabamos de expresar de Dolly, se lo ganó con honores. Ella nunca hizo alarde de su elegancia porque así mantenía y así la conocimos; su señorío que es lo mismo que decir “don de gentes” era igual para todo mundo; la belleza le llegaba sola y la clase la exhibía por sus modales. Representó bien a las mujeres de este país; daba gusto saludarla y verla.
Y nos dolió su partida. Pero nos llena de felicidad pensar que con toda seguridad Dios la ha recibido con atentos detalles, para una mujer que se destacó precisamente por sus detalles. No puedo escribir menos para una mujer que acortó todas las distancias de las clases sociales para regalar su sonrisa y su amistad. Que el Divino Hacedor, dueño de la vida y de la eternidad, le prodigue su merecido descanso y en paz.
A sus hijos Tobón Villegas, Liliana, Luis Fernando, Manuel Guillermo y Martha Lucía, nuestras condolencias infinitas. Ha partido un ser que maravilló a quien la conoció.