Ayer y hoy al compás del tango
Por Darío Tobón Montoya
Aldo Calderón, Carlos Olmedo y Pablo Lozano fueron cantantes fugaces que llegaron tras de Rivero. Son sustituidos por Jorge Casal, de impresionante voz y Raúl Berón ya conocido por nosotros. Siguen otras completísimas voces: la de Ángel Cárdenas, Roberto Goyeneche y Roberto Rufino.
En este vínculo podrá oír cuatro temas de Jorge Casal, con Aníbal Troilo y su orquesta, de 1950:
Aquí Raúl Berón con Pichuco Troilo, en De vuelta al bulín (1951)
Oiga en este vínculo a Ángel Vargas con Pichuco en La última, en 1957
Y el inmortal Sur de Aníbal Troilo con El Polaco, Roberto Goyeneche:
Y aquí, Roberto Rufino con Pichuco Troilo en Qué falta que me hacés (1964):
Aparecen las únicas voces femeninas que tuvo Troilo: la de Elba Berón, a quien podemos oír en este vínculo, en una grabación de 1962, con la orquesta de Troilo y el tango Desencuentro: https://youtu.be/mSVAUCOuGn4
Y Aquí podrá escuchar a Nelly Vázquez, la otra cantante de Troilo, en una versión de 1964 del inmortal Madreselva: https://youtu.be/2MEnUGJWU1Y
En los últimos años lleva a Tito Reyes, y para escasas grabaciones a Roberto Achaval. A todos ellos les imponía cantar completa la letra.
Los letristas que grabaron con Troilo son: Enrique Cadícamo, con los tangos Garúa, Pa que bailen los muchachos y Naipe. Catulo Castillo, José María Contursi, con los tangos Garras, Toda mi vida, y Mi tango triste. Homero Manzi con 5 títulos insoslayables: Barrio de tango, Che bandoneón, Discepolín, Romance de barrio y Sur. Homero Expósito para un solo tango: Te llaman malevo.
En los siguientes vínculos es posible oír algunos de los tangos enunciados: Garúa, de Enrique Cadícamo con la orquesta de Troilo en la voz de El Polaco Goyeneche:
Garúa: de Enrique Cadícamo con la orquesta de Troilo en la voz de El Polaco Goyeneche:
Garras, con Alberto Marino y Troilo:
Toda mi vida, con Fiorentino y Troilo
Mi tango triste, con Alberto Marino y Troilo (1946)
Otras composiciones suyas son : La primera, de 1933, Medianoche, con letra de Gagliardi. En el campo de la música instrumental, tenemos los títulos: A la guardia, A Pedro Maffia, la milonga La Trampera, Nocturno a mi barrio, y el tan grabado Responso, tango casi un réquiem que escribió al morir Homero Manzi el 4 de mayo de 1951. Hubo un tango, el último suyo, con letra de Ernesto Sábato que es parte de su libro “Sobre héroes y tumbas” de título Alejandra, el cual nunca fue grabado.
Homenajes a Troilo.
Cuando apareció en el firmamento tanguero, todos los argentinos y los amantes del tango supieron que había aparecido un astro irremplazable. Es así como Enrique Santos Discépolo dijo: “por favor gordo no hagas nada más. Ya lo hiciste todo”. Sobre su labor de director y compositor, recibió el premio Martín Fierro, un trofeo de la tv argentina por 7 años consecutivos. El 17 de agosto de 1972 recibe lo que es el máximo honor para un tanguero: la presentación con su orquesta en el escenario del Teatro Colón. Allí entre otros tocó Quejas de bandoneón, de Filiberto, su mayor éxito interpretativo, y cuyo video puede verlo aquí:
Poco tiempo después fue homenajeado en el teatro Astor en 1976. Horacio Ferrer dijo de él: “Es la figura más representativa del tango en sus valores artísticos y humanos”. Continuó recibiendo honores en el teatro San Martín. El día anterior al de su muerte estuvo presentándose en el teatro Odeón.
Cuando cumplió un cuarto de siglo como director de su orquesta, en 1962, recibió en Montevideo un impresionante homenaje. Como muestra de gratitud al siguiente año estuvo ofreciendo un grandioso concierto en esa capital.
En 1968 presidiendo una masiva delegación de grandes músicos y cantantes de tangos, llega a Medellín para inaugurar el Primer Festival del tango en Colombia. Con él llegaron la orquesta de Baffa-Berlingieri y los cantantes Ángel Cárdenas, Alba Solís, Enrique Dumas, Tito Reyes, Edmundo Rivero, Armando Moreno, Roberto Arrieta, Alberto Podestá y Horacio Deval. En la noche de la inauguración robaron la billetera a Troilo, que fue recuperada sin los pocos y valiosos pesos argentinos que tenía.
En este vínculo, video de la visita de Aníbal Troilo a Medellín:
Para Horacio Salas, Troilo es el prototipo del tango del 40. Tiene una segunda etapa de su vida musical en 1956 cuando cantan con él Goyeneche y Ángel Cárdenas. Antes de morir ya se había convertido en un mito nacional. Julián Centeya, el más grande poeta popular de Buenos Aires, autor del clásico libro de poemas con palabras de lunfardo La musa Mistonga, en un arrebato de entusiasmo lo bautizó “El bandoneón mayor de Buenos Aires”. Esta afirmación ha dado pie para que algunos cronistas la crean y la difundan. Pero no se puede decir que sea superior a Laurenz, Maffia, Ciriaquito y Marcucci. Raúl Garello dijo: “Troilo no inventó nada, no fue innovador ni creador, pero su genio lo utilizó en lo ya inventado”. “Como bandoneonista, creó el estilo más completo, perfecto y puro”.
Siguiendo los pasos de Gardel, que estrenó los tangos de los jóvenes en sus inicios de letristas, también lo hizo Troilo. Dio muestras de preferir los tangos melódicos y románticos. Lo mismo hizo con los tangos Romanza de Delfino y Cobián. Ello significa que prefería el tango cantado sobre los instrumentales. Troilo antes de formar su orquesta hizo parte del cuarteto evocativo de Feliciano Brunelli, llamado Cuarteto del 900, al lado de Elvino Bardaro en violín y el flautista Enrique Bour, que grabaron el tango El Pillete y La mazurca Amelia. Simultáneamente mientras tenía su orquesta, hizo parte de un cuarteto con Roberto Grela, guitarrista, Kicho Díaz, bajo y Zaldívar, guitarrón. Con Ubaldo del Lio otro gran guitarrista formó su último cuarteto.
La vida personal de Aníbal fue de altibajos. Estuvo casado con Zita, de padres griegos, quien lo acompañó toda su vida. Igualmente, consumida por el alcohol y el juego. Troilo padeció por largos años problemas articulares tratados con corticoesteroides, que provocaron necrosis de cabeza de fémur. Para un reemplazo de cadera tuvo cirugía. Poco tiempo antes de morir sufrió temporal pérdida de conocimiento. El día lunes 18 de mayo de 1975, mientras se bañaba en la mañana, pierde el conocimiento. Trasladado a un hospital fallece a media noche, ya descerebrado. Los médicos que lo atendieron consideraron que había padecido ruptura de aneurisma relacionado con su hipertensión.
Estrenó tangos de Astor Piazzolla al que quiso como un hijo. Pero como ocurre en las relaciones de padres a hijos no logró entender su música. Se ha difundido que Troilo y Astor divergieron y que tuvieron agrias diferencias. Ello no fue cierto. Tanto, que al morir Troilo y estando Piazzolla triunfando en Europa, inmediatamente lo supo, compuso una famosa obra en su honor, La suite Troileana, con los movimientos Bandoneón, Zita, Whisky, Escolaso (juego por dinero), Soledad y Muerte. Tampoco, y lo expresó públicamente Troilo, no entendió la música que, coincidiendo con sus últimos años, escribió Atilio Stampone.
Armenia, abril 22 de 2022