La pandemia por COVID-19 también ha exacerbado la crisis financiera de los hospitales públicos del departamento, esto a raíz de la deuda de cerca de 172 mil millones de pesos que las EPS tienen con la red departamental.
De acuerdo con la información recopilada por la Dirección Territorial de Salud, la situación del año 2021 es más compleja, pues con el pasar de los meses son más gastos en oxígeno, medicamentos, insumos, ambulancias, entre otros.
“A esto le sumamos unas carteras muy quietas, unas ESE con dificultades, incluso para realizar conciliaciones con las EPS. Con el señor gobernador y el director general sostuvimos una reunión hace 15 días con participación de la Supersalud y les hicimos un llamado a nuestras EPS para que comiencen a oxigenar a nuestros prestadores y comiencen a hacer los pagos”, indicó Olga Lucía Corrales, subdirectora Prestación de Servicios y Aseguramiento de la Territorial de Salud de Caldas.
La funcionaria señaló que en este momento se adelantan mesas de trabajo para ubicar a los prestadores en el tema de pago de vacunación, pago de desarrollo de la estrategia PRASS, que también está quedada, y de pagos por camas UCI. Esto con el objetivo de que nuestros prestadores saquen adelante a los hospitales en medio de la crisis del sector.
“Hay muchos hospitales críticos. Sabemos del caso de Chinchiná, que se ha ventilado a la luz pública y -de acuerdo con nuestro seguimiento – vemos que ellos están haciendo planes de austeridad, contención del gasto. Sin embargo, la atención ahora desbordada de los pacientes ha hecho que realmente el gasto en salud sea mucho más”, añadió.
Corrales precisó que el año anterior el Gobierno Nacional logró enviar algunos recursos, sin embargo, no ha ocurrido lo mismo este año. Así las cosas, reiteró que el llamado a las EPS es a cumplir con sus responsabilidades.
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