Luego de que la población del norte del Valle del Aburrá fuera testigo, durante viernes y sábado, de las protestas y estragos que se presentaron en el peaje de Niquía, que sufrió varios daños estructurales, en la mañana de este domingo los habitantes del sector y los pocos conductores que transitaron la vía vieron como el Ejército arribó para custodiar el peaje que fue vandalizado.
En la vía, también se pudieron observar algunas de las estructuras de las casetas incendiadas, como símbolo de resistencia al cobro del tránsito en este sector del norte, un malestar que han manifestado chóferes habituales y habitantes y conductores de la zona.
En el transcurso de este domingo no se presentaron manifestaciones en las inmediaciones del peaje, que solo registró cobros a los conductores a partir de las 6:00 p.m., pues los computadores y talanqueras fueron averiadas tras los ataques y estuvieron fuera de servicio.