De acuerdo con la investigación de las autoridades, el preso en la Modelo coordinó mediante videollamada con ‘El Barbas´ y ‘El Negro Ober’, la tortura, muerte y desmembramiento de Angelo Cerra Jaimes.
Nacido en Suan, Atlántico, el 3 de diciembre de 1998, Jesús Armando Olivares Guzmán se enroló en el Ejército Nacional en el 2018 y un año después desertó de las filas de la institución para dedicarse a actividades ilícitas.
De acuerdo con las pesquisas del Gaula de la Policía, Jesús Armando en sus días de descanso frecuentaba los barrios Montes y San Roque de Barranquilla y allí habría conocido a alias ‘Cachete’, quien lo fue ‘formando’ para que se enrolara en sus filas de extorsionistas.
De 1.77 de altura, Olivares Guzmán prestó el servicio militar en la Alta Guajira, combatiendo a los grupos guerrilleros y allí aprendió el manejo de armas cortas y largas, en especial fusiles de asalto. Con esta formación militar se ganó un sitio especial en la banda ‘Los Costeños’.
En las investigaciones adelantadas por las autoridades se da cuenta que en sus días de descanso Olivares Guzmán comenzó a incursionar como ‘cachorro’ de ‘Cachete’ y luego pasó a engrosar las filas de ‘Los Costeños’ del bando de alias ‘Castor’. Hasta que en el 2019 decidió desertar del Ejército.
En el 2020, Jesús Armando Olivares Guzmán, alias ‘Bebo’, se unió a ‘Los Costeños’, al bando de ‘JJ’, lugarteniente de alias ‘Castor’.
Ese mismo año, el 28 de febrero de 2020, el Gaula de la Policía Nacional hizo una redada en una acción articulada con la Policía Metropolitana de Barranquilla y capturó a la banda de extorsionistas ‘Los de San Roque’, por un homicidio y tres atentados. Este asesinato fue cometido a un comerciante que el 24 de febrero de ese año, 2020 se negó a pagar extorsión.
En este operativo fueron capturados alias ‘JJ’, encargado de ordenar y coordinar el pago de las exigencias a los diferentes gremios mediante llamadas de celulares, declarando objetivo militar a los que no cedieran a sus exigencias.
También fue capturado alias ‘Bebo’, Jesús Armando Olivares Guzmán, en esa época al servicio de alias ‘Castor’. Tras llegar a un preacuerdo con la Fiscalía, fue condenado a dos años y medio, por el delito de concierto para delinquir con fines de extorsión.
Pero desde la Modelo de Barranquilla, a donde fue encarcelado, siguió delinquiendo, esta vez sin rendirle cuenta a sus jefes del cobro de las extorsiones.
Esto hizo que alias ‘Castor’ montara en cólera y para mandarte un mensaje, tipo mafia, atentó contra lo que más quiere: su familia.
El martes 18 de mayo de 2021 dos sicarios en moto dispararon contra Rosita María Guzmán Vargas, 45 años de edad, y Yésica Patricia Olivares Guzmán, 30 años, mamá y hermana de Jesús Armando Olivares Guzmán.
El atentado ocurrió a las 5:56 de la tarde del martes 18 de 2021, en la calle 47 con carrera 15 sur del barrio Villa Sevilla, de Soledad
Desesperado, Olivares Guzmán hizo contacto con ‘El Negro Ober’ y éste lo reclutó.
“Vengase a trabajar conmigo. Esos ‘Costeños’ son unos faltones”, afirman que ‘El Negro Ober’ le dijo en ese momento, según interceptación telefónica.
En ese momento nació alias ‘Comandante O7’, al servicio de ‘Los Rastrojos- Costeños’.
Cuando estaba al servicio de ‘Los Costeños’, extorsionaba a comerciantes y pequeñas tiendas de los barrios Montes, Chiquinquirá, San Roque, Santo Domingo, 7 de abril, zona Cachacal. Ahora se extendió a las Villas y Las Moras en Soledad.
Con sus técnicas aprendidas a lo largo de su carrera delincuencial, se dedicaba a torturar a sus víctimas, reporta la investigación de las autoridades.
Este fue el caso de Angelo Aldair Cerrera Jaime, torturado, asesinado y desmembrado en el hotel Spanic, localizado en la calle Murillo con carrera 6 sur, entre la noche del 4 y madrugada del 5 de junio de este año.
De acuerdo con lo citado por el Fiscal 11 Especializado URI de alertas tempranas, con base en instrucciones dadas por alias ‘Comandante 07’, en videollamada con ‘El Negro Ober’ y Absalón David Noriega Vizcaino, dos hombres más apodados ‘Gato’ y ‘Gokú’, amarraron a Angelo, lo golpearon con una cacha de un arma, le dieron puñaladas, lo sometieron a torturas introduciéndole chorros de agua por la boca y la nariz, hasta causarle la muerte. Después, otro bárbaro lo desmembró a punta de machete.
Todos estos vejámenes fueron grabados en un video de un celular que reposa en poder de las autoridades, cometidos por estos monstruos.