domingo, noviembre 17, 2024

En vías de Cali: el que maneja la moto acostado, los que se cuelgan de camiones y buses, los conductores de las riñas

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Aumentando los trancones, problemas de movilidad y que a pesar de los esfuerzos de controles no haya efectividad para prevenir, las escenas de la mala conducta en vías de Cali «porque sí» y «demalas», van disparadas.

Noticias Cali.

En vías de Cali todos los días se viven pintorescas escenas, unas más complejas que otras, desde los accidente con solo latas por exceso de velocidad, pasando por procedimientos irregulares hasta la mala conducta a bordo de los vehículos; porque «pues demalas».

El fin de semana agarraron a piedra a los agentes que bajaban del Km 18 de hacer operativos de control.

Del fin de semana se conoció otro vídeo, un hombre colgado de una tracto mula en la Simón Bolívar; pero quienes iban grabándo, irían bajo efectos del alcohol y le aplaudían la imprudencia.

Este lunes en la tarde, un acto de intolerancia por poco termina en un accidente grave en vías de Cali.

El conductor de una ambulancia y el de un bus del MIO, discutiendo, pero el primero se atravesó, cruz indebidamente, se bajó a darle golpes al padrón, «bájate pues, bájate» le decía al operario. Y después agarró una piedra. El tema esta vez, quedó una discusión.

Y han pasado muchas situaciones más en las últimas 24 horas, pero este martes se dio la ‘cereza del pastel’: un motorizado conduciendo acostado.

Sí, un hombre en su moto, manejándola practicamente con los pies, en plena Calle 5 con alta congestión, acostado revisando su celular.

Así circuló varios metros, mientras otros carros trataban de esquivarlo. Y grabaron la insólita escena.

Al parece nadie llamó para reportar la novedad, y ahora la Secretaría de Movilidad está tratando de identificar al conductor o al dueño del vehículo de dos ruedas.

En la norma, lo que hizo fue una imprudencia y si podría acarrearle sanciones.

Cuando a estos conductores; ciclistas, peatones imprudentes se les llama la atención desde «qué le importa sapo (a)» hasta «demalas» e insultadas, son las respuestas. Pocas veces, aceptan y corrigen.



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