La chorrera El Wilque, por su belleza y mitos, es una de las más visitadas en la circunvalar galeras de Nariño.
A tan solo 3 kilómetros del casco urbano, en la vía que conduce a Sandoná, se encuentra una chorrera natural que cautiva a propios y visitantes: la Chorrera del Wilque, también conocida como Chorrera El Guilque en Nariño.
Esta impresionante cascada, está ubicada en el río Chaca Guaico, es un rincón lleno de belleza y misterio. Esta rodeado de leyendas y tradiciones ancestrales que le confieren un encanto especial.
El nombre «Wilque» o «Guilque» proviene del quechua y significa «espíritu del agua». Según la tradición, este nombre se otorgó por los antiguos habitantes de la región, los Quilla Singas, quienes veían en la cascada una manifestación divina, un guardián natural de la zona.
La Chorrera del Wilque es uno de los sitios más visitados de La Florida, no solo por su espléndida caída de agua de más de 30 metros de altura, sino también por la diversidad de flora y fauna que la rodea.
El trayecto para llegar a la cascada es en sí una aventura: un recorrido de 10 minutos desde el casco urbano de La Florida. Seguido de una caminata de 15 minutos por un sendero de trocha que revela, al final, la majestuosa vista de la cascada.
Esta enmarcada por las verdes montañas y el clima templado de la región, con una temperatura promedio de 20 grados Celsius.
Más allá de su belleza natural, la Chorrera del Wilque es un espacio cargado de mitología local. Se dice que el duende Wilque, una entidad mística, es el verdadero amo y protector de esta tierra. Los habitantes del lugar aseguran que su presencia se siente en el ambiente, y que quienes respetan la naturaleza son acogidos con paz y serenidad en este paraje.
La comunidad de La Florida, orgullosa de este tesoro natural, invita a turistas a cuidar de este espacio.
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