Las complicaciones podrían tener unos sobrecostos en la construcción del Regiotram.
El Regiotram de Occidente, el proyecto de movilidad que conectará a Bogotá con los municipios de Facatativá, Funza, Madrid y Mosquera, avanza a buen ritmo. Sin embargo, aún existen algunos retos que deben ser superados para que el proyecto sea una realidad en 2026, como la obtención de la licencia ambiental y el traslado de redes de hidrocarburos y de YED ducto.
Según información de la Empresa Férrea Regional (EFR), encargada del proyecto, la infraestructura de operación de RegioTram en el punto kilométrico 5 (PK5) está completada al 100%. El patio taller El Corso, que estará ubicado en Facatativá, está en construcción y tiene un avance del 6.38%. La integración con TransMilenio se realizará en las intersecciones NQS Avenida 68 y Avenida Boyacá.
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Los trabajos de gestión predial han avanzado en un 93.8%, y la demolición de edificaciones ha avanzado en un 93.8%. Se han identificado 873 interferencias de redes, de las cuales 593 ya cuentan con soluciones de ingeniería.
Sin embargo, el proyecto también enfrenta algunos retos. La licencia ambiental, en su segundo intento, impide intervenir todo el corredor férreo de manera integral. Es necesario realizar el traslado de redes de hidrocarburos y de YED ducto, lo que implica una inversión adicional de aproximadamente $150 mil millones de pesos.
Se estima que la adquisición predial adicional será de entre 160 y 200 predios, lo que también implica un costo adicional. Las compensaciones ambientales son inevitables, y el ruido del paso del tren ligero eléctrico afectará a urbanizaciones y viviendas.
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Otro aspecto que preocupa a los interesados en el proyecto es la falta de información por parte de la EFR. La empresa ya no entrega fechas de marcha blanca ni de inicio de operaciones, lo que genera incertidumbre.
Pese a los retos, el Regiotram de Occidente es un proyecto clave para mejorar la movilidad en la Sabana de Bogotá. El tren ligero eléctrico tendrá una capacidad de transportar a 130.000 pasajeros por día, lo que reducirá los tiempos de desplazamiento entre Bogotá y los municipios del occidente de la región.
La EFR debe trabajar para superar los retos que enfrenta el proyecto y brindar mayor información a los interesados. Con un esfuerzo conjunto, el Regiotram de Occidente puede ser una realidad en 2026 y transformar la movilidad en la Sabana de Bogotá.