Pese a ser económicos, no ofrecen muchas comodidades a sus clientes.
Hay muchos colombianos que ven en los ‘pagadiario’ una de las opciones para pasar la noche, pues estas casas de inquilinato suelen hacer el alquiler de habitaciones por algunas horas o toda la noche.
Por lo general, estos sitios los suelen alquilar personas que se dedican a las ventas ambulantes, ya que en muchas ocasiones no tienen un hogar estable y por eso deciden pasar la noche allí.
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Asimismo, los ‘pagadiario’ suelen tener un precio demasiado bajo, pero porque las comodidades que ofrecen son realmente muy escasas, pues según lo mostró el programa ‘Sin Carreta’, en Bogotá hay más de 6.500 de estos inquilinatos y se distribuyen en 18 localidades de la capital del país.
Según el informe, se adentraron a uno de los establecimientos que se encuentra ubicado en el barrio San Bernardino – Centro de Bogotá— se puede ver como son estos pequeños cuartos y lo que pueden ofrecer por el precio tan bajo en que la puede conseguir.
Allí se puede ver cómo hay colchones en alto estado de desgaste y que los cubren tan solo unas sábanas, además, algunas colchonetas y los espacios en estos cuartos son realmente muy pequeños.
Dentro del programa mencionan que, normalmente, este tipo de inquilinatos suelen ser usados por migrantes extranjeros o personas de la tercera edad, inclusive, personas que viven allí cuenta que “se ven delincuentes y todo tipo de personas”.
Ante este panorama, Alejandra Maldonado, quien es funcionaria de la Alcaldía Distrital, fue entrevistada en el reconocido programa y dijo que esto es algo crítico, pues en estos lugares normalmente “se presentan problemáticas como violencia intrafamiliar, problemas de hacinamiento y esto ha venido incrementando con la llegada de los migrantes extranjeros”.
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Además, el alcalde local de la localidad de Santa Fe, Ferndando Herra, contó que “infortunadamente, como hay población vulnerable, también hay algunos actores criminales que utilizan esta modalidad de techo para poder evadir la acción policial. También tenemos explotación de menores, microtráfico, trata de personas y delincuentes que se esconden allí”.
Las personas consiguen quedarse en estos puntos, pagan desde $5.000 y no obtienen muchos beneficios, pues algunos de estos sitios no cuentan ni siquiera con baño.