Uno de los más importantes museos de la región, el Museo de Arte de Armenia y el Quindío —MAQUI— cerró sus puertas, ante la amenaza de calamidad que presenta el edificio donde funciona, en una de las antiguas bodegas de la vieja estación del Ferrocarril de la capital quindiana.
En el mes de octubre pasado hubo una mesa técnica con funcionarios de la alcaldía de Armenia, que incluyó al propio alcalde José Manuel Ríos, donde se expusieron los temas que aquejan la edificación: vigas del techo semidestruidas, puertas en ruinas y tejado que deja filtrar el agua lluvia, lo que ha implicado una inundación constante en las salas del museo.
El alcalde y sus funcionarios se comprometieron a solucionar los problemas planteados, se hicieron unas intervenciones, pero no hubo un arreglo de fondo. Por eso, y frente al peligro que representa la edificación, las directivas del MAQUI, decidieron cerrar sus puertas de atención al público.
EL QUINDIANO visitó el lugar y esto es lo que encontró…