miércoles, noviembre 27, 2024

El profe Moncayo caminó 12 años por la liberación de su hijo y los secuestrados, murió esperando la reparación de las Farc

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El profe Moncayo padecía un cáncer terminal, esperaba un trasplante de hígado para continuar su lucha por la paz.

Noticias Nariño

Esperando la reparación de las Farc y un trasplante de riñón, así murió uno de los iconos más reconocidos del conflicto armado de este país, el profe Gustavo Guillermo Moncayo.

Y es que la lucha por la liberación de su hijo, lo llevó a realizar una serie de caminatas para luchar por los secuestrados.

Fue precisamente la marcha de 2007 que lo hizo conocido, no solo porque los medios cubrieron cada percance, sino porque durante esos 46 días el conflicto se recrudeció.

Para esa fecha, exigía la liberación de Pablo, su hijo; quien había sido encadenado, tenía 18 años y prestaba servicio militar. Lo único que anhelaba era el reencuentro.

Por tal razón, decidió emprender una travesía y su propósito era insistir en un canje propuesto por las Farc para excarcelar a varios guerrilleros a cambio de la liberación de 59 personas: 42 militares y policías, 13 políticos y cuatro extranjeros.

Se estima que en el camino, más de 500 mil personas lo acompañaron por momentos hasta llegar a la capital del país.

Finalmente, en una operación llamada “Libertad”, Pablo Emilio Moncayo logró reencontrarse con sus seres queridos a sus 30 años, tras pasar 12 de ellos en la profundidad de la selva colombiana.

Ahora, cuando aún seguía en la lucha por un proceso de paz completo, que las víctimas recibieran la reparación debida, “el caminante por la paz” como también era conocido, no aguantó más y falleció a sus 69 años.

Esperaba trasplante

Familiares señalaron que el profe Moncayo, estaba a la espera de una reparación económica para pagar su tratamiento y facilitar un eventual trasplante.

El pasado 24 de octubre se conoció el estado de salud del caminante Moncayo. Desde entonces decidió regresar desde Canadá a Colombia para su tratamiento médico.

“Es imposible que nosotros como víctimas podamos reconstruir nuestro proyecto de vida con reparaciones simbólicas. Las Farc tienen la capacidad de hacerlo y lo estamos exigiendo, necesitamos un trasplante para mi padre, que está en peligro de muerte”, mencionó Yuri Moncayo, hija del profe.

Estaba en Canadá la familia, porque debieron salir a refugiarse en otro lugar, tras amenazas.

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