En el Congreso fue radicado el proyecto de ley que busca darle fin a las prácticas de entretenimiento cruel con animales.
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El pasado lunes 10 de octubre, cientos galleros del país se trasladaron hasta la Plaza de Bolívar en Bogotá, para protestar en contra del proyecto de ley que contempla la prohibición de peleas de gallos.
La iniciativa para frenar estas luchas entre aves y también las corridas de toros, es liderada por las senadoras Andrea Padilla y Esmeralda Hernández, quienes buscan por medio de las vías legales que cesen estas actividades de entretenimiento cruel con animales.
Para ello, las congresistas deberán revertir la excepción consagrada en la ley 84 de 1989, que no cataloga como conducta cruel esta clase de prácticas.
Aunque muchos no le ven esperanza a que este proyecto se convierta en ley, sigue avanzado en el congreso de la república.
Gremio gallístico protesta contra prohibición de peleas de gallos en Colombiahttps://t.co/h2IWh6SLZR. pic.twitter.com/ouUqRYDWXd
— ZonaCero (@zonacero) October 10, 2022
Para otros, es evidente el maltrato y sufrimiento de estos animales que son sometidos a espectáculos que los llevan a la muerte en los diferentes municipios del país y por eso opinan que deben cesar.
Sin embargo, las peleas de gallos en Colombia son legales, bajo estrictos controles, y parte de la práctica, en términos de apuestas, está reglamentada.
Aun así, las congresistas, consideran que estás peleas deben ser prohibidas, no solo por el sufrimiento de los animales, sino también, porque no existe un control eficiente de la aplicación de requisitos básicos para su realización.
¿Qué dicen ambas partes?
Por un lado, quienes están en contra de las peleas de gallos describieron el proceso por el que pasan estos animales durante los enfrentamientos: «En el proceso de preparación del gallo para la pelea se les mutila la cresta y la barbilla para evitar que el oponente pueda sujetarlo con facilidad», narró la senadora Esmeralda Hernández.
Asimismo, afirmó que este procedimiento lo hacen cuando el animal tiene entre cuatro y seis meses de edad.
Sumado a esto, se les instalan objetos cortopunzantes como picos postizos y espuelas en sus patas para lacerar y cortar al otro gallo que participa en la pelea. Esto, les genera heridas profundas y muy dolorosas, pérdida de sus ojos e incluso la muerte.
Entre tanto, quienes están a favor de estas prácticas alegan que no se puede hablar de prohibición, puesto que ocasionaría el aumento de peleas ilegales.
Así lo explicó la Federación Colombiana de Criaderos de Gallos, organización que expuso que estos animales son criados de la mejor manera para que hagan sus peleas «su alimentación es excelente», expresaron..
De esta forma, si se expidiera la ley, el Gobierno tendría un plazo de seis meses para garantizar programas efectivos de reconversión económica. Esto, para aquellas personas cuyos ingresos principales se deriven de dichas actividades.
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