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En la cárcel de Picaleña de Ibagué, capital del Tolima, permanecerá recluido Gabriel Enrique González Cubillos tras las audiencias que se adelantaron en su contra en las que admitió su responsabilidad en el asesinato de su hijo Gabriel Esteban, de cinco años de edad, al interior de la habitación de un hotel en Melgar.
«Será recluido por orden el Juzgado Primero Promiscuo de Melgar, tenemos preparado para él un pabellón de medidas especiales dentro del complejo, pues como garantes de los derechos de los privados de la libertad debemos estar muy pendientes de su seguridad e integridad», resaltó Miguel Ángel Rodríguez Londoño, director de la cárcel de Picaleña en Ibagué.
Se estima que en este espacio el investigado tenga un contacto mínimo o nulo con los demás internos del centro penitenciario, esta decisión se adoptó con la finalidad de garantizar su seguridad en el recinto.
«El establecimiento carcelario de Ibagué cuenta con pabellones especiales para internos como estos, de connotación nacional o casos especiales, donde ordenan los jueces de la República tomar medidas de seguridad para garantizar todos sus derechos humanos y lo que está contemplado en la normatividad para esta población», explicó Alejandro Durán, representante del sindicato de los guardas del Inpec en la cárcel de Ibagué.
González Cubillos fue detenido mediante orden judicial en el oriente tolimense y trasladado al búnker de la Fiscalía en Ibagué, donde atendió, de forma virtual, las audiencias concentradas para su judicialización y en las que aceptó cargos por el delito de homicidio agravado que le imputó la Fiscalía.
Con base en los elementos materiales probatorios recolectados en el proceso, el ente acusador solicitó la imposición de una medida de detención intramural que fue avalada por el juez.