Esta situación no pasó desapercibida para los rusos presentes en el estadio, quienes, lejos de incomodarse, decidieron regalarle la camiseta a Gloor como gesto de buena voluntad.
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En una jornada histórica que quedará marcada por más de una razón, el pasado lunes 20 de noviembre, en el estadio Volgogrado con más de 40,000 mil espectadores, Rusia logró una aplastante victoria sobre Cuba en un partido amistoso de fútbol con un sorprendente marcador de 8-0.
Sin embargo, lo que más llamó la atención no fue la goleada, sino un curioso episodio protagonizado por el debutante cubano, Fabián Gloor.
Después del partido, Gloor, quien jugó su primer encuentro internacional con la selección cubana, decidió acercarse a uno de los futbolistas rusos, en este caso, Aleksandr Golovin, para solicitarle intercambiar camisetas como es común en el ámbito futbolístico.
Lo insólito ocurrió cuando Golovin, siguiendo la tradición de intercambio, propuso cambiar camisetas con Gloor, pero este último se negó de manera sorprendente.
Al ser consultado sobre su decisión, el joven cubano explicó que solo contaba con una camiseta y que debía cuidarla, disculpándose con el jugador ruso.
Esta situación no pasó desapercibida para los rusos presentes en el estadio, quienes, lejos de incomodarse, decidieron regalarle la camiseta a Gloor como gesto de buena voluntad.
Así, el cubano se retiró del estadio con una sonrisa, llevando consigo tanto su camiseta como la del futbolista ruso.
El encuentro en sí estuvo marcado por la superioridad rusa, que dominó de principio a fin, con tres goles en la primera mitad a cargo de Obliakov, Golovin y Antón Miranchuk, seguidos de otros cinco en la segunda parte gracias a Silianov, Sobolev, Prutsev, Krivtsov y Mostovói.
A pesar de la derrota contundente, el portero cubano Arozarena evitó una goleada aún mayor al detener un penalti en el minuto 85.
La ofensiva de Cuba, por su parte, no logró hacer mucho en el partido, y el resultado refleja la brecha entre ambas selecciones.
Tras el 8-0 de Rusia a Cuba, Fabian Gloor se acercó a Golovin para pedirle su camiseta.
El centrocampista del Mónaco aceptó y pidió cambiarlas. El cubano se negó y se disculpó, pero porque solo tiene una para jugar y debe responder por ella si la pierde.pic.twitter.com/7mVSs7P3os
— Manu Heredia (@ManuHeredia21) November 22, 2023
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