«Urge la ampliación del DRMI de Pance y la nueva declaratoria de Jamundí para la conservación de la fauna existente», pero el dilema está en la concertación con la comunidad, donde hay posiciones dividas, muchos creen que hasta los van a expropiar, pero la CVC responde que hay que «informarse debidamente».
Noticias Cali.
Por la fauna silvestre de Pance, en Cali y Jamundí, entidades ambientales están en alerta, la CVC pide que se de «la ampliación del DRMI para la conservación de estos ecosistemas», algunas especies nuevas han sido encontradas.
El DRMI es el Distrito Regional de Manejo Integrado, que se ejecuta en áreas rurales como mecanismo de protección para la fauna silvestre.
Para el caso del corregimiento de Pance fue declarada en el año 2017 pero solo una parte de la zona y desde entonces hace parte de los 10 DRMI que existen.
Esto ocurrió en un proceso participativo entre las comunidades y las entidades protectoras de las zonas rurales de Colombia.
El objetivo principal es encontrar el equilibrio entre el uso sostenible y la conservación de los ecosistemas de todo el país.
Funcionan como herramienta de conservación, preservación y restauración.
Según Natalia Gómez, Bióloga de la CVC, los DRMI son fundamentales «porque se protege la fauna a la vez que permite la sincronía entre las comunidades y los ecosistemas».
«Tenemos conviviendo a las comunidades, a la propiedad privada a la vez que conservamos y protegemos la fauna silvestre del territorio», explicó.
El corregimiento de Pance es un referente para los caleños, incluso los vallecaucanos, que tienen al río Pance como el «paraíso de Cali».
Este, ya hace parte de un área protegida, es por esto que la CVC busca es ampliar la cobertura de la zona para generar un mayor impacto ambiental.
Dilema con la comunidad
Sin embargo, algunas de las comunidades de Pance y sus trece veredas se oponen a la ampliación de DMRI.
Según la CVC, esto se da por falta de información y miedo frente a posibles cambios en sus hábitos de vida, «ni construir represas, ni expropiar predios», es no es lo que busca indica la entidad.
Según un comunicado de prensa de esa entidad del mes de julio, «la figura ya existe en Pance en 1405 hectáreas».
Lo que se busca es ampliarla en 3,200 hectáreas de forma concertada con la comunidad como se hizo en la primera fase. Se entiende que a diferencia de los Parques Nacionales Naturales, los DRMI permiten diversos usos pero de forma ordenada.
E incluso representan oportunidades de progreso para la comunidad dentro del desarrollo sostenible. Dice el comunicado que pretende desmentir algunos mitos al respecto.
Esa información confusa, que señalan desde la CVC «no se sabe de dónde salió», en los últimos meses ha tenido a la comunidad de Pance y Jamundí preocupada por los posibles efectos secundarios que traería consigo este proceso.
La CVC hace 8 aclaraciones «que desvirtúan, información falsa y fuera de contexto» que ha circulado en algunas plataformas digitales:
El área nueva propuesta para la ampliación del DRMI Pance no ha sido declarada. Hace parte del Plan de Acción de la CVC 2020 – 2023.
Regula la zonificación y los usos del área protegida que se determine para la ampliación, con base en el diagnóstico biofísico y socioeconómico.
Los sistemas de vida sostenibles serán promovidos por medio de proyectos que aporten a los objetivos de conservación propuestos para el área protegida.
Se aclara que los DRMI no afectan la propiedad existente, se tienen zonas de uso sostenible para el desarrollo de sistemas productivos sostenibles.
El DRMI no restringe las adecuaciones de las viviendas, es posible mejorar las viviendas preexistentes en situación de deterioro o colapso.
No limita el dominio, ni saca del comercio los predios, los propietarios continúan con su derecho de dominio y en ese sentido pueden disponer de ellos.
La declaratoria del DRMI es un proceso ajeno a la normatividad urbanística, la legalización de construcciones sin licencia compete directamente al ente territorial.
La Ampliación del DRMI no tiene como objetivo construir una represa, ni abastecer una represa.
Sin embargo y pese a las aclaraciones por parte de la CVC, siguen las dudas y resistencia comunitaria, en la zona.
la comunidad de Pance se siente temerosa e incluso han adelantado procesos legales.
Un grupo de vecinos del corregimiento contrató un abogado para adelantar un proceso jurídico.
Para que según ellos, «les permita defender su pueblo y la fauna silvestre de la CVC y los que nos quieren sacar, sabemos que hay intereses particulares».
Hay entidades privadas que quieren que las dinámicas sociales y agrícolas, incluso el ecoturismo cesen en la zona.
Lo que de ser así, resultaría fatal para una comunidad en la que su actividad económica gira entorno al Río Pance y los beneficios que pueden sacar de él: el ecoturismo, el alquiler de fincas de veraneo, la visita de bañistas, los senderos para bici montañismo, los vendedores informales, entre otros.
Sin avances ni mejoras
Además, una de las quejas más comunes es no poder pavimentar la vía que conecta desde la Vorágine hasta el Pueblito Pance.
Precisamente por falta de permisos de las entidades territoriales, «todos los procesos que queramos hacer son un problema».
Denuncian que eso «lleva años perjudicando la movilidad de los habitantes del pueblito Pance», el ingreso de las autoridades policiales, incluso de Misión Médica.
«Nosotros llevamos toda la vida viviendo aquí, este es nuestro lugar, no nos pueden venir a decir qué hacer y qué no en nuestra propia casa».
Según Milciades Mestizo, habitante de Pance, «ellos pretenden crear una barrera invisible para que de ahí en adelante no entre nada».
«Ni los perros van a poder entrar disque por que afectan la fauna, ni siquiera uno va a poder llevar una puntilla para su casa», afirma.
La organización frente cívico por Pance aclara la postura de algunos miembros de la comunidad del corregimiento de Pance frente a la ampliación del DMRI:
«No estamos de acuerdo con la manera como se levantaron los estudios, con la tipificación de la zona. Pues ni los estudios, ni la socialización fueron incluyentes», es parte de lo que dicen en esta comunidad.
«Por el contrario fueron selectivos y discriminatorios», denuncia Jacky Buendía, del Frente Cívico por Pance.
Lo cierto es que esta problematica demanda atención distrital para que propios y visitantes sean concientes de la importancia de preservar dicho ecosistema y su fauna.
A la vez que se garanticen los derechos de las comunidades que durante décadas han convivido allí.
De ahí la importancia de las mesas de concertación con las comunidades y los entes ambientales, pues en la reciente publicación de la CVC relacionada con un trabajo de campo en el área de los corregimientos de Pance (Cali), San Vicente y Peñas negras (Jamundí), se identificaron nuevas familias de animales.
Son 32 especies registradas, entre ellas, 18 de murciélagos y 14 de mamíferos medianos y grandes.
La zarigüeya de orejas negras, el armadillo de nueve bandas, el puma, la tayra, el zorro cangrejero, la nutria de agua, el perro de monte, la oncilla y el venado de montaña.
La observación duró aproximadamente 60 días con 22 cámaras trampa y se logró identificar dos especies adicionales, explicó la bióloga María Isabel Salazar, de la CVC.
Es de resaltar que de las 32 especies registradas, al menos ocho están en alguna categoría de amenaza a nivel de departamento.
Tres de ellas se encuentran en el libro rojo de mamíferos de Colombia y aparecen categorizadas como Vulnerables.
• Amenaza departamental: puma, perro de monte, tayra, guatín y guagua.
• Amenaza departamental, nacional e Internacional: oncilla, marteja o mico nocturno y nutria de río.
El deterioro del medio ambiente se debe al exceso de poder de algunos hombres, narra Juan Gaviria, abogado y habitante del corregimiento de Pance.
«Tal vez la comunidad no ha entendido que es el DRMI y la inconformidad es porque se va a extender hasta el Parque de la salud», señaló.
Pero si se mira objetivamente la situación es mucho mas compleja, pues hay una desplanificación de todas las entidades del estado, en especial del municipio (ahora Distrito Especial), advirtió.
La gente construye donde quiere y no donde debe, y esto es consecuencia de la falta de aplicación de la gobernabilidad en el territorio, según le explicó el abogado a al medio TuBarco.
«La comunidad debe entender que llegó el momento de cuidar a lo que yo le llamo el cuarto del ambiente que queda.»
Antes teníamos medio ambiente pero se está acabando y ahora solo queda un cuarto del ambiente que había hace años.
La preocupación es de parte y parte, hay es que buscar el equilibrio y la concertación entre las entidades gubernamentales y las comunidades.
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