El historiador Carlos H. Giraldo revela el pasado del ferrocarril del Pacífico. Buscan resurgir este proyecto.
Noticias Cali.
En la vasta tela de la historia colombiana, el ferrocarril del Pacífico se teje como un hilo vital, conectando regiones y marcando hitos en el desarrollo del país. Carlos H. Giraldo, historiador apasionado y erudito meticuloso, invita a explorar este legado ferroviario que una vez fue la columna vertebral del transporte en el Valle del Cauca.
Con 103 puentes que serpentean hacia Buenaventura y más allá, el ferrocarril del Pacífico emerge del pasado con la promesa de un resurgimiento en el horizonte.
La Plaza de Cayzedo de Cali está abierta al público de nuevo luego de más de 10 meses
«El tren, como una arteria vital, se extendía hacia el sur, atravesando Cali y alcanzando hasta Popayán en una odisea de ingeniería y progreso», relata Giraldo en exclusiva con Tubarco. En su relato, nos transporta a través de las estaciones históricas de Jamundí, Timba, y más allá, delineando un trayecto que trascendió el tiempo y la distancia. Por otro lado, hacia el norte, el ferrocarril se extiende hasta Bugalagrande, pasando por Tuluá, conectando así regiones y personas en un tapiz de hierro y vapor.
El legado ferroviario
Giraldo desenmaraña los hilos de la historia económica de Colombia, revelando que los ferrocarriles nacionales nacieron de la transacción que involucró la compra del ferrocarril transoceánico de Panamá por parte de Estados Unidos.
«Fue una empresa monumental para Colombia en ese entonces», enfatiza Giraldo, señalando la importancia estratégica y económica de esta empresa.
Don Nelson vende sus perritos hace más de 20 años en Cali, pero esconde una historia conmovedora
‘Buziraco’, el demonio que espantaron con las Tres Cruces en Cali
Sin embargo, aunque se perdió el control sobre el ferrocarril transoceánico, nació una nueva era con los ferrocarriles nacionales, con el primer tren llegando a Buenaventura en 1915, después de 45 años de arduo trabajo desde su inicio.
De estaciones a explosiones
El relato de Giraldo no solo destaca los triunfos, sino también los desafíos que enfrentó el ferrocarril del Pacífico. Describe la construcción y evolución de las estaciones, desde la primera estación que rápidamente se volvió obsoleta debido al éxito del ferrocarril, hasta la segunda estación, una maravilla arquitectónica que perdura en el tiempo.
Sin embargo, esta estación emblemática fue testigo de un oscuro capítulo en 1956, cuando fue demolida por la explosión de siete camiones del Ejército cargados de dinamita. Este trágico evento resalta los peligros y las vicisitudes que enfrentaron aquellos que construyeron y mantuvieron vivo el ferrocarril del Pacífico.
A través de la narrativa de Carlos H. Giraldo, el pasado del ferrocarril del Pacífico cobra vida, recordando su importancia como un motor de progreso y un vínculo entre regiones. Con la mirada puesta en el futuro, el resurgimiento de este icónico ferrocarril promete no solo revitalizar el transporte, sino también preservar un legado que ha resistido las pruebas del tiempo.