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El gremio sufre hoy un impacto preocupante por los problemas de movilidad que enfrentan los trabajadores para llegar a las obras, la falta de insumos para la construcción otro factor.
Pese a los diálogos que se han intentado entablar entre el Comité Nacional del Paro y el Gobierno, no cesan los bloqueos en las vías liderados por las llamadas resistencia, y las afectaciones para diferentes sectores aumentan; como es el caso del gremio de la construcción, uno de los motores de la economía colombiana.
Este es uno de los grupos más afectados, y peligran los empleos de miles de obreros.
Estos, en su mayoría tienen contrato por obra-labor, es decir, que sus ingresos dependen de la realización de una labor determinada y ante la imposibilidad de trabajar no tienen manera de llevar sustento a sus hogares.
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Según la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, de los 90 mil empleos que genera el sector constructor en Cali, el 89% son trabajadores de obra, de los cuales dependen económicamente más de 360 mil personas.
Cali podría enfrentarse a una agudización de la crisis social. En el corto plazo podría dejar sin empleo a más de 80 mil trabajadores de obras.
Es decir, el impacto negativo de la actual situación -que ya venía en crisis por la pandemia del COVID-19- es también para miles de familias.
Construcciones tuvieron que parar
Y, es que ante los problemas de movilidad, Camacol, sostuvo que muchas obras en el Valle del Cauca han tenido que ser suspendidas principalmente por la falta de materiales, lo cual está llevando al gremio a una posible crisis.
“El 96% de las obras de construcción en Cali y los municipios vecinos, hoy estén suspendidas”, señaló el gremio.
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Esto, no solo significa la causa de desempleo sino porque una vez suspendidas las obras de construcción pueden tardarse hasta 15 días en reactivarse por cuenta de los procesos, encendidos y puesta en marcha de la maquinaria.
“Me he sentido muy afectada en términos económicos por esta situación. Me toca caminar casi 1 hora y pagar casi $15 mil pesos diarios en transporte para llegar a mi sitio de trabajo. Cuando por fin logro llegar, no puedo trabajar la jornada completa porque no llegan los insumos o porque tenemos que salir temprano por el temor que cierren las vías”, dijo Sandra Patricia Quiñonez, quien se desempeña haciendo resanes en obras de construcción.
Pero a esto también se suman otras 30 mil personas que dependen de la cadena de distribución y suministros.
La crisis golpea a las ferreterías y distribuidores de materiales que también están desabastecidas.
El 74% de las plantas de producción que proveen materiales e insumos tanto para las obras como para las ferreterías, no están operando y el 14% lo están haciendo al menos del 50% de su capacidad.
Llamado a conciliar
Ante este panorama y teniendo en cuenta que el 84% de los obreros viven en situación de vulnerabilidad, en estratos 1 y 2 y que el 89% no cuenta con una fuente de ingresos diferente a la de su trabajo en obras, la ciudad podría enfrentarse a una agudización de la crisis social.
En el corto plazo podría dejar sin empleo a más de 80 mil trabajadores de obras.
De igual manera, Camacol hizo un llamado a las autoridades departamentales y municipales para que avance con las negociaciones, pero, sin mantener los bloqueos para que se permita el paso de insumos y se logré mantener la economía nacional.
La construcción tiene varias obras en curso, tanto públicas como privadas, de escenarios deportivos, residenciales y otros proyectos.
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