La historia ha acompañado a Juanchito, otrora zona rosa y uno de los bailaderos más buscandos en el suroccidente colombiano, desde los 80. Incluso han aparecido testigos que aseguran, haber «visto al diablo».
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Se convirtió en una leyenda urbana que se quedó como una «historia propia» en más de 20 ciudades no solo de Colombia, sino de otros países de Latinoamérica, donde testigos aseguraban haber visto al diablo aparecerse en una discoteca y haber bailado con una mujer, en el relato, practicamente solo cambia el lugar, de Juanchito a otras ciudades y países.
Para entrar a contar esta historia, hay que mencionar que no empezó en los 80 ni en esta popular zona de baile y salsa.
El cerro de Jamundí en el que al diablo lo espantaron con una cruz
Hasta hoy día, no se sabe exactamente en Juanchito, quién dijo haber visto al diablo.
Es decir, no se sabe quién empezó el cuento esa noche, y que por poco termina en tragedia porque generó una estampida de la discoteca.
En Juanchito, «apareció el diablo»
Ese pedazo al lado del río Cauca, entre Cali y Candelaria, donde la rumba entre los 80, 90 y parte de los 2000 era «la mejor» no solo de Cali, sino del Valle y tenía reconocimiento a nivel nacional e internacional: Juanchito.
De esta zona, hoy ni una mínima parte de lo que fue, muchos recuerdan que salían a las 4 o 5 de la mañana y se podían hasta comer un pescado, tomarse un consomé o «pegarle» a la fritanga para bajar la borrachera.
Sin embargo, a la salsa, a «lo bueno que se pasaba», a los hechos violentos que hasta el narcotráfico dejó en el lugar y la comida en la madrugada se sumó una historia: «El día que se apareció el diablo en Agapito», ¿o en Changó?
La discoteca exacta, varía dependiendo de quien cuenta la historia, la mayoría refiere que Agapito, pero otros, dicen que Changó.
¿Y en qué se basa que haya sido en una o en otra?, pues de lo que cuenten en ola zona habitantes que llevan 50 y 40 años viviendo allí.
Porque muchos recuerdan que, “Agapito cerraba desde el día lunes y no abría sino, el día sábado, desde las 7:00 p.m., porque siempre respetaban muchos esos días santos”.
El ser salido del infierno o el inframundo, apareció supuestamente un Jueves Santo.
Sin embargo, otros habitantes han llegado a decir que para Semanas Santa, por lo menos entre el Jueves y Domingo de Resurrección, «esas discotecas acá no las abrían».
«Como castigo, por no respetar», es la conclusión a la que muchos siempre han llegado.
«Le dijo a la mujer que no le fuera a mirar los pies, ello no hizo caso y cuando bajó la mirada, salió candela».
Lo cierto es que después de esto, iba poca gente a estas discotecas que en su momento fueron de las más buscadas.
Otra historia: En Tolima, una mujer fue encerrada por su familia por supuestamente ‘estar poseída por el diablo
Se convirtió en leyenda, porque la gente dijo que se había aparecido e incluso aparecieron testigos que vieron «sus patas de cabra», o que «le salió candela de sus pies cuando se los miraron», o que cuando lo descubrieron levitó y le salió candela».
El hombre apuesto, «que olía a azufre»
Tirando paso, divirtiéndose y de repente, un hombre alto, con un traje blanco elegante; sombre como de los que usan para bailar tango, un camino que puso a suspirar a muchas.
Poco se recuerda de su rostro; pero dicen que las mujeres esa noche no dejaban de mirarlo.
Así que el apuesto ‘bailarín’ sacó a una caleña a la pista y esta, encantada no lo dudó. Pero unos segundos después, «empezó a oler a azufre».
Así que en medio de la confusión de los rumberos, empezaron a mirar al apuesto hombre en la pista y después se dijo, «es el diablo».
Lo que vino después es completamente confuso: que le miraron los pies «y eran patas» como de cabra, otros dijeron que no se le vían, supuestamente, «le dijo a la mujer que no le fuera a mirar los pies, ello no hizo caso y cuando bajó la mirada, salió candela».
De la bailarina que bailó con el supuesto diablo, poco se supo. Ella supuestamente cayó desmayada en la pista.
El diablo «recorriendo» discotecas
¿Sucedió?, no hay evidencias, primeros reportes de esas aparicione se dieron fuera de Colombia, e incluso aparecieron antes de los 80. Sin embargo, todas las historias tienen las mismas características.
En México, Tijuana, por ejemplo, se apareció en una cantina, Aloha a Go Go a mediados de los 70. Allí la historia es conocida como «la mujer que bailó con el diablo».
Y de ahí se extendió por Durango y otros estados y pueblos del país azteca.
En los 80 la historia se extendió en Colombia; Juanchito, Popayán, los Mangos en Medellín, en Villavicencio, en zonas de Risaralda, Zipaquirá, Bogotá y muchas zonas más, también pasó en Ecuador y otros países.
Lo cierto, es que en la zonas donde la gente aseguraba que había aparecido, yerminaban luego en ruinas, cerradas o tenían que cambiarles nombres y hasta temática.
Una historia que recorrió el mundo…
De estas supuestas salidas a rumbear del «diablo», no hubo evidencias de ningún tipo en ninguna de sus supuestas apariciones.
Para algunos, se trató de una «histeria colectiva» en un determinado momento a finales de los 70 y principios de los años 80, sin embargo, después «la gente siguió contando el cuento» y así se quedó.
Cada cierto tiempo, medios, creadores de contenido, «expertos» en lo paranormal, sacan el tema a relucir.
@paopinedaoficial Esta historia será mito o realidad, tu que crees?#diablo #eldiablo #paranormal #mitosyleyendas ♬ sonido original – Pao Pineda