En una charla con DIARIO DEL SUR, Víctor Aros, el talentoso artista de 28 años de edad oriundo de Pasto, revela los hilos que han tejido su camino en el mundo del arte y el tatuaje. Desde temprana edad, su vida estuvo impregnada de pinceladas y colores, un legado transmitido por su padre, un ferviente amante del arte.
La tragedia marcó un punto de inflexión en su trayectoria. Tras perder a sus padres, Aros encontró en el arte del tatuaje una vía para alcanzar sus sueños, trazando su propio destino con líneas oscuras y personajes misteriosos.
Su formación académica en artes visuales lo llevó por distintas universidades, desde la Universidad de Nariño hasta prestigiosas instituciones como la Universidad de Antioquia y la Pontificia Universidad Javeriana. En cada paso, Aros expandió su visión artística, fusionando técnicas tradicionales con la innovación contemporánea.
Escenarios internacionales
La primera exposición de Aros en 2012 marcó el inicio de una carrera vertiginosa. Desde entonces, su arte ha conquistado escenarios internacionales, desde las bulliciosas calles de Tokio hasta las majestuosas galerías de Roma y Barcelona. Además, ha sido invitado especial en destacadas exhibiciones en Medellín y ha llevado su arte del tatuaje como embajador cultural a rincones tan distantes como Alemania, Italia y México.
A través de sus obras, Aros canaliza la esencia misma de la vida: lo oscuro y lo luminoso, lo efímero y lo eterno. Sus creaciones son testigos de un viaje personal, un diálogo entre el dolor y la belleza, entre la realidad y la imaginación. Víctor Aros personifica el viaje del artista que, a través de la tinta y la creatividad, trasciende fronteras y conecta culturas, dejando una huella indeleble en el lienzo del arte contemporáneo. Su legado es más que una colección de obras; es un testimonio de perseverancia, pasión y el poder transformador del arte.